Mi Esposa Astuta romance Capítulo 303

Su acción sorprendió a todos los estudiantes de la clase A del departamento de medicina.

¿Después de ser estimulado por Camila, Antonio estaba loco?

Antonio, que siempre había sido arrogante, compró el desayuno y se lo llevó personalmente a Camila. Para garantizar la mejor temperatura, ¿no dudó en violar las normas de tráfico?

—He aceptado tu amabilidad, pero no puedo recibirlo.

Camila miró a Antonio y dijo:

—Yo...

La velocidad de Antonio para cambiar de novia es tan rápida, y nunca tomó a ninguna chica en serio. Esta fue la primera vez que se esforzó tanto por complacer a una chica.

—Admito que fue mi culpa ayer, te pido disculpas y te perseguiré formalmente hasta que estés de acuerdo —dijo Antonio muy serio.

Camila se quedó sin palabras por un tiempo.

—Nuestra universidad te da la bienvenida, pero ahora es la hora de clase, sal rápidamente.

El director entró en el salón de clases con un libro en la mano.

—Camila, espera a que te persiga, ¡haré lo que diga!

Antonio miró seriamente a Camila y se volvió para irse.

Había muchos chicos juguetones reunidos en la puerta de la Universidad Echic. Escucharon que Antonio quería perseguir a Camila, por lo que vinieron a verlo.

—¡Joder! ¡Mira! Efectivamente, ¡es Antonio!

—¡En realidad le confesó a Camila!

—Antonio, ¿por qué sales con la caja de comida? No me digas, la caja fue comprada para Camila.

Desde que Antonio vio la apariencia original de Camila, parecía que había perdido la cabeza y su mente estaba llena de la figura de Camila. No podía olvidarlo. Estaba muy molesto, así que fue al bar.

Fue su propia culpa, claramente Camila era su prometida prevista, pero...

Cuanto más lo pensaba Antonio, más se deprimía.

—¿En serio?

No sabía quién exclamó en la multitud.

—Ríndete, pensé que Estela ya era muy indiferente, pero después de ver a Camila, descubrí que ella era aún más indiferente y que era realmente difícil de perseguir.

—Tiene razón, ahora no solo a ti te gusta Camila, me temo que a cualquier hombre le gusta Camila.

—Esas personas no tienen nada que ver conmigo, ¡definitivamente la perseguiré!

Antonio escuchó las palabras de todos, se volvía molesto, abrió la puerta del auto con enojo y se alejó al galope.

***

En la clase A de la facultad de medicina.

—Camila, piénsalo claramente, no creo que Antonio esté bromeando.

Lola le recordó a Camila.

—Así es, la frecuencia de cambio de novia de Antonio es muy rápida. No puedes prometerle.

—Sí, no te dejes engañar.

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