Capitulo158
La puerta se shrio
Redrige entro rapidamente, como si temiera que Clara pudiera cambiar de opinion
Vaya, visitar tu casa no fue nada fácil, el precio de la entrada es bastante alto.
En ese momento, a la luz de las lámparas, vio a Clara con su bata ajustada alrededor de su hermosa
figura, con una cintura delgada y un rostro hermoso que despertaba el deseo en cualquiera.
Aarón frunció el ceño y habló con fraldad -Señor Rodriguez, tus miradas son demasiado
inapropiadas
Rodrigo respondió con una sonrisa encantadora: -El deseo de apreciar la belleza es común a todos.
Mi mirada es completamente pura.
Era la primera vez que Aarón escuchaba a alguien describir su “mirada lasciva” de una manera tan
inocente
Clara miro fijamente la caja que Rodrigo sostenía en sus brazos y preguntó: -¿Dentro está la obra
de LAN?
-St, compre dos obras de LAN Una es para el abuelo de Alejandro, y la otra está especialmente preparada para ti–dijo Rodrigo con entusiasmo -Sabes lo precioso que es tener una obra tallada
por el maestro LAN, ¿verdad?
Clara tosio ligeramente y cambió de tema: -¿Has comido? Si no has comido, ¿quieres comer algo
aquí?
-No, no he comido nada. Estuve esperando desde las cinco de la tarde en la puerta de tu hotel. No he bebido ni una gota de agua y ahora me muero de hambre–respondió Rodrigo emocionado.
Aaron rodó los ojos, pensando que este tipo de personas realmente no se sienten como un extraño
en ningún lugar.
-Aarón, ve a la cocina y prepara un bol de fideos con salsa picante para el Señorito Rodriguez. le-
¿Fideos instantáneo con salsa picante?-preguntó Rodrigo, asustado.
¿Acaso quieren matarme?
-Parece que el Señorito Rodriguez está preocupado de que no lo estemos tratando adecuadamente.
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Clara lo miro y le sonrió con picardía.
+15 BONOS
Aarón, aprovechando la oportunidad para burlarse, dijo: -Cierto, nosotros, las personas normales, no podemos satisfacer tus lujosos gustos.
No, ¿quién dijo eso? ¡Es totalmente mentira! ¡Lo comeré!
Pero mientras hablaba, su voz se volvió más baja, quejándose: -¿Pero podrías… por favor, no
agregar salsa picante? ¿Podría ser de sabor original, por favor?
Clara giró su rostro bonito, sus ojos almendrados se entrecerraron con astucia mientras se burlaba
de él con un suspiro burlón.
-Está bien, como quieras.
purificada.
-Ire, ¿te gusta?-Rodrigo apoyó su mano en la mejilla, mirándola fijamente.
-Gracias, Señorito Rodríguez, es muy atento de tu parte.
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