Capítulo365
El día siguiente.
Aunque Alejandro todavía tenía algunas cuestiones dificiles que resolver, cuando supo que
Rodrigo había tenido un accidente automovilístico, se apresuró al hospital con ansiedad.
En la habitación, Rodrigo estaba acostado en la cama, con un soporte lumbar sosteniendo su
cintura y un collarín en el cuello, y con la boca abierta para recibir una manzana cortada por su
secretaria.
Esta escena lo hacía parecer como un niño mimado en casa, incapaz de cuidarse a sí mismo,
disfrutando del cuidado de su doncella personal.
Alejandro entró en la habitación y frunció el ceño al ver esto, -¿Qué te ha sucedido?
La secretaria se retiró apresuradamente a un lado, haciendo una reverencia al hombre antes de
salir inteligentemente, dejando a los dos hermanos a solas para hablar.
-Hermano, ¿viniste a visitarme especialmente o a fastidiarme? Si pudiera moverme, no dejaría
que las enfermeras me dieran frutas-Rodrigo se inclinó con dolor, sufriendo y forzando una
sonrisa.
-No te muevas, descansa.
Aunque la expresión de Alejandro seguía siendo fría, se acercó rápidamente a la cama y ayudó a
Rodrigo a acostarse.
-Hermano, si realmente quedara paralizado, ¿me empujarías en una silla de ruedas? – Rodrigo
preguntó burlonamente, con una expresión afligida en su rostro.
-Tienes tantas novias, no necesitas que me preocupe por eso.
Alejandro levantó ligeramente una esquina de su boca con indiferencia, -No te preocupes, incluso
si te conviertes en un tipo que solo puede mover la boca, no impedirá que hagas travesuras ni impedirá que las mujeres hagan fila para perseguirte.
-Eso es cierto, mi encanto personal es innegable-, dijo Rodrigo con confianza.
¿Encanto personal?
Más bien, parece que tu encanto está basado solo en el dinero.
-¿Cómo llegó esto a pasar? – Alejandro frunció el ceño.
-Todo es por culpa de Noa.
Rodrigo recordó a esa pequeña figura que se alejaba apresuradamente en la oscuridad de la noche, una ira ardiente llenó su pecho-Tengo la mitad de mi cuerpo rígido, ¡todo es su culpa! Debería
haber venido personalmente a empujar mi silla de ruedas de por vida.
-Rodrigo, necesitas explicar bien qué tiene que ver esto con Noa-la expresión de Alejandro se
volvió sombría al instante.
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