Capítulo648
-Señor García, hay un terrible alboroto afuera. Se dice que la señorita Fátima, insultó a la señorita
Inés Pérez, y eso enfureció a la señorita Clara. -El secretario tragó saliva con gran nerviosismo.
Vi la actitud de la señorita Clara, y si usted no interviene, será dificil manejar esta situación. Ella
es una persona bastante problemática.
Leonardo frunció el ceño y ajustó su corbata. -Entendido.
Al comienzo, Clara quería tomar medidas radicales contra Fátima. Pero Inés estaba preocupada, de
que esto se convirtiera en un problema mayor y llegara a oídos de sus padres, así que suplicó a su
hermana que lo manejara discretamente.
En ese momento, en el salón de banquetes, Fátima estaba allí de pie, llena de ansiedad y temor.
Los dos imponentes guardaespaldas vestidos de negro detrás de ella ejercian una fuerte presión.
Su anterior actitud arrogante y desafiante había desaparecido por completo.
Clara se sentó muy despreocupada en el sofá, abrazando a Inés con suavidad y elegancia. Sus
hermosas piernas se cruzaron con gran sensualidad, mientras Aarón servía frutas.
Clara tomó un trozo de fruta, y se lo dio con gran cariño a su hermana Inés, con una mirada tierna y
una actitud de complacencia, como una madre cariñosa con su pequeña. -La última vez, escuché
de que esta mujer te insultó, y fue un insulto muy ofensivo-preguntó Clara, con una voz que no
revelaba emociones, en un tono emotivo, entre la ira y la felicidad.
Al escuchar esto, Fátima sintió un escalofrío incontrolable, como si estuviera en un gran pozo de
hielo.
A Clara, una mujer, le hizo sentir una opresión aterradora, su presencia era abrumadora.
-Hermana, eso fue un asunto personal entre ella y yo. Permíteme encargarme de esto- Inés
respiró de una manera muy profunda, sintiendo su corazón muy agitado.
Esta mujer, incluso con solo observar a su hermana Inés, la estaba insultando. Realmente no
quería que Clara se involucrara en este desagradable asunto.
-Hmm, hermanita, eres muy sencilla y obediente, sé que no quieres preocuparme-Clara acarició
suavemente el cabello sedoso de Inés, observándolo con ternura, pero hablando con palabras
profundas y sinceras. -No quiero que cargues con mis problemas. Esta vez, tu hermana lo
gran amor, porque soy tu hermana. En el futuro, cuando te encuentres con personas arrogantes e ignorantes, sabrás qué hacer en ese momento.
Fátima se sorprendió de repente y tembló aún más. Ahora, no tenia otra opción más que esperar a
temblorosa.
-Señorita Clara, ¿qué asunto tan importante ha causado todo este revuelo? – preguntó Leonardo
con una sonrisa tranquila.
-Señor García, su novia, la señorita Fátima, vino y arruinó nuestra reunión familiar. Insultó e hirió
a mi secretario y humilló a mi hermana-dijo Clara con tranquilidad, su sonrisa era fresca y
discreta-He estado pensando, el responsable debe asumir la responsabilidad. No solo tenemos
cuentas pendientes con la señorita Fátima, sino también con usted. Después de todo, puedo
soportar muchas cosas, pero no puedo soportar que alguien lastime a mi familia.
La sonrisa hipócrita en la cara de Leonardo se volvió rígida, apretando los dientes con fuerza.
No esperaba, escuchar estas palabras tan fuertes de Clara. Debía considerar con detenimiento, ya
que está en juego, la relación comercial entre las dos familias. Y, por ayudar a esta mujer
insignificante, resulto siendo avergonzado en público. -Hermana… –Inés parpadeó con sus ojos
brillantes y tiró del dobladillo del vestido de su hermana, mostrando preocupación.
-Señorita Clara, no entiendo bien lo que estás diciendo-dijo Leonardo con una sonrisa forzada.


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