Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo romance Capítulo 184

••• Punto de vista de Ernesto •••

Después de asegurarme de que la Diosa supiera cuántas veces tratarían bien a Amelia, finalmente me fui con papá.

Curiosamente, no utilizamos al conductor y él era quien conducía.

Al poco tiempo llegamos a una hermosa cabaña en un pueblo humano y una joven pareja nos recibió.

“¿Una pareja de hombre lobo y bruja?” Me sorprendió y le pedí a Roberto que se asegurara de haberlo escrito correctamente.

"Sí", dijo Roberto, enfurruñado nuevamente porque tuvimos que dejar a nuestro compañero atrás.

"Papá, ¿con quién estamos haciendo negocios?" Le hice un enlace mental, pero no respondió.

"Alpha Mateo, había pasado bastante tiempo desde la última vez que nos vimos", habló la mujer.

“Efectivamente”, respondió papá y entró a la casa como si perteneciera allí.

No tuve más remedio que seguirlo, por muy desconcertado que estuviera.

“Ernesto, siéntate aquí primero mientras hablo con ellos”, dijo papá, y yo seguí su orden, todavía pensando en el propósito de venir aquí.

No mucho después, el lobo se acercó a mí y comenzó a conversar antes de pedirme consejo sobre su negocio.

Luego papá y la bruja se unieron a nosotros, y la bruja nos sirvió licor.

No sospeché y traté la reunión como cualquier otra reunión informal de negocios que involucrara comida y alcohol.

"Ernesto, tiene algunos negocios y veremos en cuáles podemos invertir", dijo papá.

Oh, entonces este era el asunto de la manada del que hablaba papá: invertir en negocios, en los que yo era bueno tomando decisiones.

El lobo me hizo algunas propuestas de negocios mientras bebíamos y hablábamos de ellas.

De repente, sentí que mi cuerpo se entumecía y mi cabeza se volvía más pesada.

“Papá, no me siento bien”, murmuré y quise tomar un poco de aire fresco ya que era vergonzoso estar borracho mientras se hablaba de negocios, pero me encontré incapaz de moverme.

“Es hora”, escuché decir a la bruja.

¿Tiempo? ¿Tiempo para qué?

Intenté abrir los ojos o la boca pero no pude.

Me di cuenta de que había quedado completamente paralizado y que ella me había puesto en un estado de semiinconsciencia.

"¿Qué está sucediendo?" Le pregunté a Roberto.

“¡Te drogaron!” Roberto gruñó en voz baja y trató de apoderarse de mi cuerpo pero no pudo.

"¡¿Qué carajo?!" Comenzó a maldecir cuando sintió que su poder se debilitaba.

Aunque no podía moverme, aún podía escuchar la conversación de papá con la bruja y me sentí horrorizado.

Qué…

Por qué…

¿Por qué le pidió a la bruja que me lanzara ese hechizo?

Intenté luchar con más fuerza, no queriendo sucumbir a su hechizo.

“Estarás bien después de que te despiertes, hijo. Estoy haciendo esto por tu propio bien”. Escuché la voz de papá desde la distancia antes de sentir ganas de quemarme vivo y perder el conocimiento.

Me desperté con un terrible dolor de cabeza y vi a papá sonriéndome.

"Anoche bebiste demasiado, pero aun así pudiste tomar buenas decisiones comerciales".

Busqué en mi memoria para descubrir que eso fue lo que pasó anoche.

Nos quedamos hasta el almuerzo antes de regresar al Red Claw Pack.

Durante el viaje, papá me habló mucho sobre las dificultades.

"Hijo, un compañero o una Luna sólo son buenos para fortalecer a un Alfa y a la manada", dijo.

Fruncí el ceño y respondí: “No soy el Alfa del Paquete Garra Roja. No necesito usar a mi pareja para hacerme más fuerte”.

“¿No te das cuenta de que en realidad eres el Alfa? Todo el mundo piensa que sí”, dijo con indiferencia y continuó: “Mira a tu hermano. Quiere mucho a Maia y mira lo débil que es”.

Mi ceño se hizo más profundo.

¿Ese fue el caso?

Si lo puso de esa manera...

De hecho, era cierto.

Mi hermano era más débil que yo y prefería pasar tanto tiempo con Maia, mimándola demasiado.

Por mucho que amaba a la manada y haría cualquier cosa por ella y sus miembros, la felicidad de Maia seguía siendo lo primero y más importante para él.

“No seas como tu hermano, Ernesto. No dejes que una pareja lo arruine todo. Incluso si no eres el Alfa, eres la columna vertebral de Red Claw Pack”, continuó hablando papá y enfatizó nuevamente: “Ella existe solo para hacerte más fuerte”.

"Entiendo, papá", respondí sin dudarlo.

Tomé la decisión de no pasar demasiado tiempo con Amelia y simplemente verla como un medio para hacerme más fuerte.

Cuando llegamos al Red Claw Pack, fui directamente a buscar a Amelia.

Pase lo que pase, ella era mi compañera y todavía sentía el vínculo con ella.