Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1014

Si fuera una Amelia impostora, eso en realidad facilitaría las cosas.

Convencer a la verdadera Amelia sería más difícil, pero con una impostora, aún había una oportunidad.

Lorenzo captó el pensamiento en sus ojos y frunció el ceño ligeramente, sin entender a qué se refería.

"¿Entonces qué?", preguntó.

"¿Podría... echar un vistazo al nuevo informe de paternidad?" Fabiana levantó la vista, dudosa hacia Lorenzo y preguntó. Al ver que fruncía el ceño, como temiendo que él sospechara, rápidamente le sonrió de manera torpe y añadió, "Acabas de decir que a menos que yo fuera Amanda, este caso podría dar un giro. Estaba pensando si deberíamos hacer otra prueba, pero solo lo menciono, ¿podría ser que se hayan equivocado en los resultados de la prueba entre tú y Amelia? ¿Puedo verlo?"

Así que su objetivo era verificar los resultados de la prueba de paternidad para confirmar la verdadera identidad de Amelia, no realmente hacer otra prueba.

Lorenzo, pensativo, la miró fijamente sin cambiar su expresión y dijo: "Claro, te lo enviaré luego. El informe está en el celular de mi madre, ella y Amelia hicieron la prueba."

Fabiana asintió: "Te lo agradecería."

La cortesía y el comportamiento educado eran como de otra persona, muy diferente de su anterior arrogancia. No sabía si era el resultado de la realidad desgastando su carácter o solo una fachada de docilidad.

"Como intercambio, ¿no deberías devolverme el álbum infantil de Amanda?" Lorenzo no olvidó el propósito de su visita a Fabiana.

"Pero realmente ya..."

Fabiana frunció el ceño con dificultad, sin terminar su frase, Lorenzo la interrumpió, "Sé que aún lo tienes."

Fabiana, al parecer, no esperaba ver tal emoción abierta de Lorenzo y lo miró sorprendida, aspiró por la nariz y finalmente dijo: "Las cosas... no las he tirado."

Lorenzo la miró sorprendido.

Fabiana bajó la vista, evitando su mirada.

"Cuando estaba ordenando esas cosas no sé por qué, pero sentí una fuerte sensación de familiaridad y nostalgia, así que guardé todo. Temía perderlas durante la mudanza, así que las envié a casa primero." Fabiana miró a Lorenzo lentamente, "Cuando regrese a casa, te las enviaré, ¿está bien?"

Lorenzo la miró.

Fabiana, tanto en su expresión como en su voz, era suave, pero bajo esa suavidad estaba claramente una amenaza.