Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1042

Amelia reflexionó un momento, tomó su móvil y llamó a Lorenzo. Casi al instante, Lorenzo contestó el teléfono.

"¿Hola?"

Su voz llevaba un ligero tono de alegría y expectativa, como si la llamada inesperada de Amelia lo hubiera sorprendido gratamente. Ese entusiasmo hizo que Amelia se sintiera un poco incómoda, pero aun así, se aclaró la garganta, reprimiendo esa sensación y trató de hablarle con calma: "Acabo de tener un momento para revisar el resumen de problemas que me enviaste."

"Vale." Lorenzo asintió, esperando que continuara.

"Estos problemas no se pueden solucionar simplemente modificando los planos de diseño. Necesito ir al sitio de construcción para ver qué está pasando," dijo Amelia.

"Claro, ¿cuándo te viene bien?", preguntó Lorenzo. "Estoy disponible para ir contigo en cualquier momento."

Amelia echó un vistazo al reloj de su computadora; ya eran más de las cinco de la tarde, y el viaje en coche tomaría más de una hora. Para cuando llegaran, ya estaría oscuro, lo que no sería conveniente para inspeccionar, así que le dijo: "¿Qué tal mañana? Podríamos ir después del almuerzo, alrededor de la una de la tarde, ¿te parece?"

Lorenzo asintió: "Perfecto. Iré a recogerte."

Amelia: "No es necesario, puedo ir por mi cuenta..."

"Recuerdo que no sabes conducir." Lorenzo la interrumpió, "De todas formas necesito ir, así que podría recogerte en el camino. Podemos aprovechar el viaje para discutir sobre los problemas del proyecto, ahorrando algo de tiempo."

Después de pensarlo un poco, Amelia accedió: "Está bien."

"Entonces, hasta mañana," dijo Lorenzo. "Tengo que seguir trabajando un rato."

"Vale, sigue con lo tuyo."

Después de colgar, Amelia suspiró profundamente.

"¿Por qué ese suspiro de repente?" La voz de Dorian sonó de pronto en la puerta del estudio.

Amelia se giró hacia él y vio a Dorian entrando.

"Iba a decirte que ya revisé los problemas que Lorenzo me resumió, acabo de hablar con él por teléfono y necesito ir a..."

Amelia no terminó su frase cuando el teléfono de Dorian, que había sido cortado, volvió a sonar urgentemente. Ella echó un vistazo, todavía era Yael llamando.

"Contesta, debe ser urgente," dijo Amelia.

Yael había estado trabajando con Dorian durante muchos años; no llamaría con tanta insistencia si no fuera algo importante.

Dorian frunció ligeramente el ceño, asintió levemente y contestó el teléfono.

"¿Qué pasa?" Preguntó.

"Sr. Ferrer, tenemos un problema." La voz grave de Yael llegó desde el otro lado del teléfono, acompañada de pasos apresurados, "Desde el Hotel Esencia de Bariloche nos informan que ha habido un problema con el catering del evento benéfico que se estaba celebrando. Varios invitados han presentado síntomas de intoxicación alimentaria, como náuseas, vómitos y dolor abdominal, y están siendo llevados de urgencia al hospital. Entre ellos hay varias celebridades. La situación ya ha alcanzado las redes sociales y el equipo de relaciones públicas del hotel no puede contenerlo."