La actitud laboral de esa persona no era algo que Dorian deseara que Amelia siguiera enfrentando. Pero ese era el trabajo de Amelia, y él entendía cuán importante era ese proyecto para ella, así que no podía tomar la decisión de terminar la colaboración en su lugar. Si no fuera porque la compañía estaba enfrentando una crisis de opinión pública, no habría dudado en acompañarla a Maristela para atender sus asuntos laborales. Pero en comparación con el trabajo de Amelia, la crisis de opinión pública de la compañía era mucho más grave.
Por lo tanto, miró a Amelia y le dejó tomar la decisión: "¿Qué planeas hacer ahora?"
"Dejémoslo por ahora," dijo Amelia, guardando su teléfono, "Te acompaño primero a Bariloche para atender los asuntos de la compañía."
Dorian la miró sorprendido. Pensó que ella priorizaría su trabajo, ya que acompañándolo a Bariloche, realmente no necesitaba ayudar en nada. Incluso había estado considerando en su mente si, en caso de que ella propusiera ir primero a Arbolada por trabajo, él intentaría convencerla de acompañarlo a Bariloche o si arreglaría que Yael la acompañara. Si ella no estaba a su lado, siempre se sentía inquieto. Pero no esperaba que su respuesta fuera dejar el trabajo de lado por el momento y acompañarlo a Bariloche.
"¿Vas a dejar tu trabajo?", preguntó Dorian. No era que ese trabajo fuera de suma importancia para Amelia, pero ella había invertido tanto esfuerzo en ese proyecto que, bueno o malo el resultado, Amelia siempre querría ver un desenlace. Ese resultado dependía de la impresión que su trabajo dejara en los demás, no de su ausencia. Pero Amelia solo sonrió y negó con la cabeza: "Estoy oficialmente de baja por enfermedad, no he abandonado mi trabajo, mi jefe no me despedirá por esto. En cuanto a ZJ, si mi proyecto realmente los impresiona, cualquier persona razonable no abandonaría todo por una reunión inconveniente."
Dorian preguntó: "¿Y si ellos no te dan otra oportunidad?"
"Entonces significaría que mi trabajo no fue lo suficientemente convincente como para que esperen un par de días más." Amelia sonrió y agregó, "En ese caso, no tengo nada de qué arrepentirme."


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