Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1118

"¿Por qué preguntas esto de repente?" Amelia preguntó, "¿Hay algo que necesitas?"

No esperaba que justo después de enviar el mensaje, Sebastián la llamara.

Ella estaba parada en la puerta del estudio y, cuando sonó el teléfono, Dorian, que estaba trabajando en la computadora dentro, detuvo de inmediato sus dedos sobre el teclado y levantó la vista hacia Amelia.

Amelia contestó el teléfono.

"Amelia, soy yo, Sebastián."

Tan pronto como la llamada se conectó, la voz de Sebastián, con un tono de conciliación, sonó al otro lado del teléfono, un cambio drástico de su frialdad de días anteriores.

Amelia saludó cortésmente: "Sr. Sebastián."

"¿Ya encontraste un nuevo trabajo?"

Sebastián preguntó con una risa, retomando el tema anterior.

Amelia no respondió directamente, sino que le preguntó suavemente: "Sr. Sebastián, si tiene algo que decir, dígalo por favor."

"Verás, siempre he admirado tu capacidad de trabajo. Lo que pasó la última vez fue mi culpa, no coordiné bien las cosas y eso llevó a que se cancelara el pedido, pero no fue tu culpa, fue mía. Solo que esos días, algunos colegas que tenían grandes esperanzas en el proyecto estaban un poco molestos, así que pensé en enfriar un poco las cosas."

Sebastián continuó, riéndose nerviosamente, "Pero nunca quise despedirte, solo pensé que ya que estabas de baja por enfermedad, podríamos darte unos días más de descanso. Si ya te has recuperado, ¿te gustaría volver a trabajar a la empresa?"

Amelia estaba algo sorprendida por el cambio de actitud de Sebastián, pero después de una breve pausa, sonrió y rechazó la oferta: "Gracias por el ofrecimiento, Sr. Sebastián, pero ya he..."

"No te preocupes, si regresas, el puesto de director del departamento de diseño será tuyo."

Como si temiera su rechazo, Sebastián la interrumpió rápidamente, "El salario y los beneficios serán acordes al nivel de un director, mejores que los estándares de la industria."

"No es necesario, gracias, Sr. Sebastián."

Amelia lo escuchó pacientemente, pero aún así, rechazó cortésmente, "No me considero lo suficientemente calificada para el puesto de director, agradezco su consideración, Sr. Sebastián, y le deseo lo mejor en encontrar a la persona adecuada."

Justo cuando estaba a punto de colgar, Sebastián, desesperado, gritó "Espera."

Amelia pausó su dedo sobre el botón de colgar.

En ese momento, el timbre de la puerta sonó.

Amelia se giró hacia la puerta.

Dorian también se levantó y salió.

Dorian dijo suavemente, devolviéndole el teléfono.

Apenas Lorenzo había llevado las cosas de vuelta a la cocina cuando escuchó la conversación de los dos. Asomó la cabeza por la cocina y preguntó a Amelia: "¿Qué pasa con Sebastián?"

Amelia recordó aquel día en el Estudio de Arquitectura Sebastián, suponiendo que él y Sebastián tenían una relación cercana, así que simplemente sacudió la cabeza y dijo: "Nada."

"Mejor así." dijo Lorenzo, y luego, como quien no quiere la cosa, preguntó: "Por cierto, ¿cómo te va trabajando con Sebastián? ¿Te has acostumbrado?"

Parece que no sabía que ella ya había renunciado.

Entonces, la repentina conversión de Sebastián no podría haber sido una intervención secreta de Lorenzo.

"Renuncié." Amelia no lo ocultó y lo dijo con calma.

Lorenzo se detuvo un momento: "¿Por qué renunciaste de repente?"

"No me gustaba, así que renuncié. No hay tanto porqué." Dorian tomó la palabra, mirando de reojo la pierna de Lorenzo que se preparaba para salir de la cocina, "Si no vas a cocinar, ¿para qué sales?"

Lorenzo: "......"