Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1160

Dorian terminó la reunión y se dirigió al restaurante donde había quedado con la niñera.

La niñera ya había llegado antes que él, y estaba sentada de manera tímida frente a la mesa, vestida de manera sencilla, igual que en aquellos tiempos.

"Ema."

Dorian la saludó cortésmente.

Al escuchar su nombre, Ema se levantó de inmediato.

"Sr. Ferrer." Aún conservaba un poco de aquella timidez involuntaria frente a él.

"Tome asiento."

Dorian le acercó una silla y se sentó frente a Ema, entregándole el menú, "Mire qué le gustaría comer."

"No hace falta, lo que usted elija está bien." Marta rápidamente devolvió el menú.

Dorian no perdió tiempo discutiendo sobre eso, ordenó varios platos de una vez y luego miró a Ema, yendo directo al grano: "Ema, el día que Amelia perdió el bebé, ¿alguien vino a casa?"

"¿Ah?"

Ema no esperaba que preguntara sobre ese asunto del pasado, y se quedó perpleja por un momento, luego miró a Dorian preocupada, "¿Por qué de repente habla de eso, le pasó algo a Meli?"

"Está bien." Respondió Dorian, "Quiero saber si alguien vino a casa ese día."

"Déjeme pensar."

Ema frunció el ceño y trató de recordar, pero después de un rato no logró decir nada, solo frunció más el ceño.

Dorian la ayudó a recordar: "¿Alguno de mis familiares vino?"

Ema frunció el ceño, reflexionando durante un buen rato, luego miró a Dorian con incertidumbre, dudando si debía hablar o no.

"Dilo directamente." Dorian la animó, "Ella no es mi madre."

Ema lo miró sorprendida, pero al recibir su aprobación, decidió expresar su opinión: "Parecía que trataba muy bien a Meli, solía traerle comida, se preocupaba por si estaba comiendo bien, y me recordaba que debía equilibrar bien la nutrición al cocinar y cuidar de Meli. También le preguntaba cómo estaba, pero algunas cosas que decía eran desagradables, no te dejaban un buen sabor, aunque parecían preocupaciones genuinas, así que no sabía si era buena o mala."

Dorian la miró: "¿Por ejemplo?"

Ema: "Por ejemplo, a veces traía comida y veía a Meli ocupada trabajando, y decía cosas como: 'Mira cómo estás, como madre deberías ser más consciente, no solo dejas de comer bien, sino que además pasas el día frente al ordenador. ¿No sabes que tiene radiación? ¿Y si le hace daño al bebé? Si pierdes al bebé, ¿cómo vas a llorar luego? Estás tan delgada que pareces un esqueleto. Si sigues así, realmente no podrás mantener al bebé, y entonces ni siquiera tendrás lágrimas para llorar.'"

Ema se detuvo un momento y miró a Dorian: "Es como ese tipo de comentarios, que suenan como si se preocupara mucho por Meli, pero sigue diciendo que ella no se cuida, que el bebé podría no sobrevivir, y que si algo le pasa al bebé, es culpa de ella. Repite esas cosas una y otra vez frente a ella, pero después se acerca amablemente, levanta a Meli, la ayuda a volver a su habitación, e incluso le sirve la comida y se la lleva, pareciendo que la cuida mucho. Meli se siente mal para contradecirla, pero cada vez que la bombardea con la idea de que cualquier problema con el bebé será por su culpa, le genera mucha presión a Meli."

Dorian frunció ligeramente el ceño: "¿Por qué nunca me mencionaste esto antes?"

Ema mostró una expresión preocupada: "¿Cómo iba a decirlo? Ella no viene a pelear ni a buscar problemas, viene a traerle comida a la nuera, a cuidarla. Si lo mencionamos, parecería que nosotros somos los ingratos. En ese momento, Meli también tenía miedo de que pensaras que estaba siendo delicada o problemática."