Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1204

Mariana se quedó callada de repente, dándose cuenta de que había dicho más de lo debido.

Pero los ojos oscuros y penetrantes de Dorian ya se habían fijado en ella con frialdad: "¿Cómo te obligó ella?"

"No soy yo..." Mariana intentó calmarse, "Lo que quiero decir es que ella quería que lo hiciera, pero no acepté."

Dorian le lanzó una mirada y extendió su mano hacia ella.

En su palma descansaba una pequeña grabadora.

Dorian la encendió directamente.

"Es una mentira, ella fue quien me obligó a hacerlo."

La defensa desesperada de Mariana se escuchó claramente desde la grabadora.

El rostro de Mariana se tornó pálido de repente.

Dorian la miró fijamente: "Sra. Delgado, ahora solo tienes dos opciones, o aceptas su acusación y eres la autora intelectual, o cuentas todo lo que ella te incitó a hacer para intentar reducir tu condena."

"Realmente no hice esas cosas sucias."

Mariana aún intentaba defenderse, "Lo que acabo de decir fue en un momento de rabia, no tengo nada que ver con esto. Tu madre está mintiendo."

Dorian esbozó una sonrisa fría: "¿Crees que sin pruebas se atrevería a mentir frente a la policía?"

"¿O es que no crees que ya está bajo custodia?" Dorian la observó detenidamente.

Mariana permaneció en silencio, pero su expresión revelaba que aún tenía dudas.

Dorian no perdió más tiempo con ella y abrió la galería de su teléfono, mostrando una foto de Cintia siendo llevada por la policía desde la casa matrimonial el día anterior.

La foto fue capturada del video de la casa.

Gracias a que Cintia se resistió a irse con la policía ayer, casi fue llevada a la fuerza.

"Si de verdad consideras tan importante el poco favor que te hizo, entonces asume toda la culpa por ella." Dorian volvió a hablar con frialdad, "Cintia está acusada de intento de asesinato. Si asumes la responsabilidad como autora intelectual, te enfrentarás a cadena perpetua. Después de todo, alteraste el informe de pruebas y ella tiene evidencia de que participaste en la instalación del grifo envenenado, así que las pruebas en tu contra son contundentes. Tú decides."

Dicho esto, Dorian se dio la vuelta para irse, pero al levantar la vista, vio a Amelia parada en la puerta.

Su rostro estaba un poco pálido, y no se sabía cuánto tiempo llevaba allí.

Dorian se detuvo brevemente.

La miró fríamente, sin acercarse ni saludar.

Detrás de ella, la voz temblorosa de Mariana se hizo escuchar: "De verdad no sabía nada sobre el envenenamiento del grifo ni sobre el plan de hacerle perder el bebé a Srta. Soto. Ciertamente, me pidió que alterara el informe de análisis de Amelia, pero solo fue aquella vez del análisis de plomo en sangre, que ni siquiera era un chequeo de rutina, sino un examen adicional que tú pediste debido al estado de salud de Srta. Soto. Entonces Cintia me contactó discretamente, preguntándome por los resultados y me pidió que los modificara para que parecieran normales. Observé que los valores no eran muy altos y podían estar sujetos a error. Sé que no estuvo bien, pero Cintia me había ayudado varias veces. Fue ella quien me recomendó al Hospital Infantil Luz cuando estaba perdida en mi carrera, y también consiguió buenos trabajos para mis hijos. Le debía mucho y no pude negarme, así que aproveché un descuido en el laboratorio para modificarlo en secreto. Pero no sabía que había una conspiración tan grande detrás. Si lo hubiera sabido, nunca habría actuado en complicidad."

Dorian se giró repentinamente hacia ella, sus ojos oscuros eran severos y fríos: "¿No sabías? Srta. Soto estuvo hospitalizada varias veces para proteger su embarazo, tú eras su médico tratante, ¿y dices que no sabías la razón?"

Al escuchar el nombre "Srta. Soto", Amelia no pudo evitar mirar hacia Dorian.

Dorian le daba la espalda, por lo que no podía ver su expresión.