Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 789

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La sombra repentina que se cernió sobre Amelia hizo que levantara la mirada instintivamente, encontrándose de inmediato con los profundos y oscuros ojos de Dorian.

Amelia se puso de pie casi por reflejo, sin entender por qué se sentía sorprendentemente culpable, aunque no había hecho nada malo.

Rafael también vio a Dorian, frunció el ceño y se puso de pie.

Estando sentado junto a Amelia, el hecho de ponerse de pie a su lado, por alguna razón, les daba un aire de estar en la misma trinchera frente a Dorian.

Él frunció el ceño en respuesta.

Amelia se dio cuenta del problema y por instinto, empujó su silla para acercarse a Dorian, pero vio que Rubén, claramente emocionado, se había levantado y le dijo con una sonrisa: "¿Dorian? ¿Cuándo llegaste? ¿Aún no has comido? Ven, ven, justo estamos por comer, siéntate con nosotros."

Luego miró hacia la empleada: "Ema, trae otro juego de platos y cubiertos, por favor."

"Claro." La mujer respondió y se dirigió a la cocina.

Rubén ya estaba acercándose calurosamente hacia él: "Dorian, ven, siéntate aquí."

Los que estaban sentados cerca de Rubén comenzaron a levantarse y moverse a otros asientos, trasladando sillas cuando fue necesario, pronto le hicieron espacio a su lado.

Mientras se sentaban, no podían evitar mirarlo con curiosidad.

Era alto y bien proporcionado, con una presencia distinguida, guapo, su mirada fría y autoritaria claramente marcaba su estatus, excepto por Rafael y Frida, los demás no podían evitar sentir curiosidad sobre quién era, pero no se atrevieron a preguntar directamente.

Rubén, al mismo tiempo que atendía a Dorian, lo presentó sonriendo: "Este es el Director Ejecutivo del Grupo Esencia, el Sr. Ferrer."

"Un placer, Sr. Ferrer."

"Buenas, Sr. Ferrer."

…

Todos los presentes se levantaron cortésmente para saludar.

Solo Rafael evitó saludar, simplemente miró a Dorian en silencio, sin decir nada.

Dorian también saludó cortésmente a todos con un gesto de cabeza, su mirada finalmente se posó en Rafael, lo observó tranquilamente por un momento, luego miró hacia Amelia, pero no dijo nada.

Ella se sintió incómoda bajo su mirada y el sentimiento de culpa la hizo tirar nerviosamente de sus labios.

Rubén también notó la reacción entre Amelia y Dorian, aunque no entendía completamente la situación entre ellos, no quiso indagar más. Con un gesto afectuoso en el hombro de Dorian, lo invitó a sentarse.

Dorian entregó el regalo que traía a la empleada y se sentó al lado de Rubén, justo frente a Amelia y Rafael.

Aunque estaban separados por una gran mesa, Amelia sintió una presión abrumadora tan pronto como Dorian se sentó. Aunque ya estaba sentada, se sentía incomoda, como si estuviera sobre agujas.

Ofelia ya había servido la sopa para Dorian y se la llevó personalmente, sonriendo le dijo: "Hace poco Rubén y yo estábamos hablando de ti, qué bueno que viniste a visitarnos hoy."

"Gracias, Sra. Ofelia." Él agradeció cortésmente, "De hecho, había planeado venir a verlos antes del año nuevo, pero estuve muy ocupado. Luego me fui de vacaciones fuera de la ciudad durante las fiestas y eso retrasó las cosas."

"No te preocupes, Rubén y yo siempre estamos aquí, puedes venir a visitarnos cuando quieras, siempre eres bienvenido." Dijo Ofelia sonriendo.

Dorian asintió ligeramente: "Entendido."

Sus ojos oscuros miraron hacia Amelia de vez en cuando.