Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 842

Clemente gritaba hasta quedarse sin aliento, completamente furioso.

En su opinión, en estos tiempos, solo un loco gastaría cientos de miles de dólares para casarse con una mujer.

Regino Carranza no es que estuviera locamente enamorado de Frida, pero el hombre tenía dinero, su familia poseía varias grandes fábricas, y sus negocios iban viento en popa. Lo único lamentable era que su familia no tenía un alto nivel educativo, ni los mejores genes; ni en belleza, estatura o habilidades académicas destacaban mucho.

La familia esperaba que casando a su hijo con una chica de buenas condiciones mejoraran los genes de futuras generaciones.

Frida, de tez blanca y hermosa, con una estatura de 1.65 metros y graduada de una universidad prestigiosa, cumplía con todos los criterios que la familia de Regino buscaba en una nuera para mejorar los genes de la siguiente generación.

La familia de Frida no tenía una buena posición económica, y sin mucha influencia detrás, casarse con Regino era considerado un ascenso para ella, lo que la hacía fácil de manejar. Además, con el dinero que ofrecían para solucionar los problemas actuales de su familia, entregando 500,000 dólares como dote para cubrir las deudas de la familia de Frida, ella no tendría opción de rechazar.

El tercer punto que consideraba la familia Carranza era que Frida trabajaba en el sector de atracción de inversiones, mostrando una gran capacidad de trabajo, conocimientos en relaciones públicas y negocios, lo que podría ayudar a Regino a manejar los negocios familiares, compensando la falta de habilidad de Regino en el mundo empresarial.

"¿Honesto y trabajador?" Frida bufó con desdén, "¿Un hombre honesto y trabajador se jactaría de sus aventuras de una noche como si fueran trofeos? Clemente, te digo que no me voy a casar con él. Me esforcé en estudiar precisamente para poder tener la fuerza hoy de rechazar todas las basuras que me presentas. Limpia tus propios desastres, no esperes que limpie tus problemas. Al final, nuestros padres todavía te dejaron esa casa en ruinas, véndela y saca algo de dinero. Si eres hombre, limpia tu propio desorden."

Frida gritó y de un tirón se soltó de Clemente, corriendo hacia la salida pero no llegó lejos antes de que Clemente, con su altura y largas piernas, la alcanzara y tirara de su cabello hacia atrás con fuerza.

Amelia, viendo la escena cambiar, gritó hacia la barra pidiendo al "señor" mientras instintivamente se acercaba para agarrar la mano de Clemente que sostenía el cabello de Frida.