Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 944

En aquel entonces, él no la amaba tanto.

Amar de verdad a alguien es quedarse a su lado a pesar de todo, no poner tus propios sentimientos primero, como lo hace ahora.

Por supuesto, eso tampoco es un error.

Y además, eso ya pasó hace mucho tiempo. En ese momento, él estaba bien y la amaba mucho. Eso es suficiente.

Amelia no dijo nada, solo lo abrazó suavemente, enterrando su rostro en su pecho.

Ella sentía pena por la Amelia que quedó en el pasado, pero ahora, de vez en cuando, pensaba que dejar atrás a su yo pasada no estaba mal, porque esos recuerdos no eran felices para ella.

Dorian no la abrazó, solo la miró desde arriba.

Su rostro estaba completamente escondido en su pecho.

Él no podía ver su expresión.

Pero su reacción no lo hizo sentir más tranquilo, sino que añadió un poco de turbulencia a sus pensamientos.

Bajo esta turbulencia, la mano con la que sostenía su brazo se tensó inconscientemente.

Él no se dio cuenta, pero Amelia sí.

Ella levantó la cabeza y le sonrió levemente: "Dorian, no pensemos en el pasado, ni nos preocupemos por si puedo recordarlo o no, ¿está bien?"

Dorian la miró durante un largo tiempo sin moverse, pero su mano en su brazo no se relajó en lo más mínimo.

La sonrisa en los labios de Amelia se tensó ligeramente, justo cuando estaba a punto de retroceder un paso, diciéndole que también podrían dejar que las cosas fluyeran, él finalmente movió los labios.

"Está bien." Respondió suavemente, su voz lenta y ronca, como si la exprimiera de su garganta con dificultad.

Amelia también forzó una sonrisa, sin decir nada, y se puso de puntillas para abrazarlo nuevamente.

Antes de quedarse dormida, ella lo abrazó fuerte.

"Dorian, antes te amaba mucho, mucho." Susurró jadeante en su oído.

Dorian se quedó rígido por un momento, mirándola.

Ella ya había cerrado los ojos, exhausta, y su respiración ligera y superficial se hacía presente.

Los ojos de Dorian se tornaron un poco rojos.

Él no dijo nada, solo temblorosamente extendió su dedo, suavemente limpiando el sudor de su frente y apartando lentamente el cabello mojado pegado en su frente, mirando su rostro dormido por un largo tiempo, antes de inclinarse lentamente para dejar un beso en su frente.

"Si el tiempo pudiera retroceder, también te amaría bien," murmuró con voz ronca mientras besaba su frente, "no te haría sufrir, ni te dejaría pensar que estás sola."

Lástima que este mundo no tiene "si".