Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 946

"Sí." Dorian respondió levemente, aún con la confusión de haber despertado de golpe y un leve dolor de cabeza por la falta de sueño. Instintivamente, levantó la mano para frotarse las sienes.

"¿Qué pasa?" Amelia no pudo evitar preguntar preocupada.

Serena también miró a Dorian con los ojos bien abiertos.

Dorian por instinto quiso decir "nada", pero al ver la preocupación en los ojos de Amelia, los recuerdos de la noche anterior junto con el momento incómodo cuando ella lo vio despertar, hicieron que cambiara sus palabras a "me duele un poco la cabeza", y sus dedos comenzaron a masajear sus sienes intermitentemente.

"¿Será que no dormiste bien anoche?" Amelia preguntó preocupada, olvidando por completo el anterior momento incómodo, y extendió sus manos hacia sus sienes para empezar a masajearlas suavemente, mientras le preguntaba con preocupación, "¿Te duele mucho?"

"No mucho." Dorian respondió suavemente, "Supongo que es por no haber dormido lo suficiente anoche."

"Entonces duerme un poco más." Amelia dijo, "Y no pienses tanto en el trabajo todo el día."

"No puedo dormir." Dijo Dorian, levantándose de la cama.

"Aunque no puedas dormir, descansar un poco también está bien." Amelia lo detuvo, "Quédate acostado, déjame darte un masaje. Cuando me despertaba en el barco también me dolía mucho la cabeza, y el médico del barco siempre me masajeaba, y realmente ayudaba mucho."

"Está bien." Dorian accedió suavemente, se acostó de nuevo y cerró los ojos, dejándose masajear.

Aunque había dormido poco la noche anterior, realmente no estaba tan mal; su dolor de cabeza era solo una leve molestia por la falta de sueño.

Solo estaba aprovechando su cuidado.

Probablemente por la práctica, Amelia ya tenía bastante habilidad con el masaje y su fuerza era la adecuada.

El dolor de cabeza de Dorian disminuyó bastante, y casi se duerme bajo sus suaves masajes.

Pero aún consciente de que ella tenía que trabajar ese día y preocupado por no cansarla, tomó su mano y abrió los ojos.

"Estoy mucho mejor." Dijo.

"Sí." Amelia asintió levemente, "Hoy tengo que presentarme en la empresa."

Dorian asintió: "Después del desayuno te llevo."

Amelia inicialmente quería rechazar, pero al encontrarse con su mirada, asintió: "Está bien." Aunque la Oficina de Arquitectura Sebastián y el Grupo Esencia no estaban en la misma dirección, por suerte no estaban lejos de casa.

Después del desayuno, Dorian llevó a Amelia a su empresa. El camino fue algo silencioso entre ellos.

Amelia no estaba molesta por los eventos pasados, sino que esos recuerdos intermitentes le mostraron otro lado de Dorian, obligándola a reconstruir su percepción sobre él. Esto la hacía sentir no tan cómoda como cuando solo veía su lado amable.

Dorian sabía bien de su terquedad, pero nunca se lo señaló ni la presionó. Simplemente, al dejarla en la entrada del Estudio de Arquitectura Sebastián, pasó su mano por su cabeza suavemente y le dijo con voz tierna: "¿Comemos juntos al mediodía?"

Amelia asintió: "Claro."

Después de pensarlo un poco y sentir que su actitud había sido un tanto fría y distante ese día, le regaló una sonrisa como para compensarlo y añadió: "Entonces iré a buscarte al mediodía."