Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1052

Salvador apretó la mano con fuerza.

Miró a Lourdes por un momento.

Lourdes se sintió un poco perpleja por la forma en que Salvador la miraba.

—Tengo cosas que hacer, mándame un mensaje cuando tengas la fecha. —Lourdes no quería perder más tiempo.

Siempre sintió que la manera en que Salvador la miraba tenía un toque inusual.

Como si Salvador todavía tuviera sentimientos por ella.

Pero luego pensó que eso era completamente imposible.

Salvador ahora solo pensaba en Sofía, y ella era solo una más del grupo de novias que Salvador había tenido.

Cuanto más lo pensaba, más se daba cuenta de que había estado cegada, pensando que Salvador era alguien en quien podría apoyarse en el futuro.

Después de todo, era joven e ingenua cuando se enamoró de Salvador.

Así que cuando se comprometieron, ella estaba completamente feliz.

Ahora eso solo le había golpeado a ella misma.

Salvador no tenía motivo para seguir deteniendo a Lourdes y no dejarla ir.

Mirando cómo Lourdes se alejaba en su auto, él se quedó congelado en su lugar, aturdido durante mucho tiempo.

Hasta que el sonido constante de una llamada entrante en su teléfono lo hizo reaccionar.

Cuando levantó el teléfono y vio que era Sofía, primero frunció el ceño y luego apagó el teléfono directamente.

Hoy Sofía no podía hablar bien.

Ambos deberían calmarse.

Y mientras Sofía seguía llamando sin parar, al darse cuenta de que Salvador no solo no contestaba, sino que también había apagado su teléfono, levantó la mano con la intención de lanzar su teléfono.

¡Salvador definitivamente había apagado el teléfono a propósito, para no responder a sus llamadas!

Luego, rápidamente llamó a un amigo de Salvador.

—¿Está Salvador contigo? ¿No, verdad? ¿Entonces ustedes dos tenían planeado salir esta noche? Oh, está bien.

¡No!

—

Ana conducía de regreso a Villa Estrella de Mar y vio que la tienda de postres que frecuentaba aún estaba abierta, así que detuvo el coche y eligió algunos postres para llevar como merienda nocturna.

Justo cuando estaba a punto de pagar con el código QR, de repente vio las llamadas perdidas en su teléfono.

¿Alejandro la había llamado?

Probablemente no había señal en el estacionamiento subterráneo y no lo escuchó, y luego entró a la subasta con Lourdes, después de lo cual no tuvo la oportunidad de mirar su teléfono.

No sabía por qué él la estaba buscando.

Primero pagó con el código QR y luego, una vez en el coche, llamó a Alejandro.

Alejandro no respondió.

Luego dejó de intentarlo.

Primero regresaría a casa.

Veinte minutos después, Ana llegó a casa.