Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1098

Después de salir del baño, Ana le envió un mensaje a Alejandro por Instagram.

[Sinvergüenza.]

Acababa de mirarse en el espejo y había notado que Alejandro había dejado demasiadas marcas en su cuerpo.

Si no estuvieran todas en lugares ocultos, tendría que cubrirse para salir.

Justo después de enviar el mensaje, recibió una llamada.

Al ver la pantalla, se sorprendió al notar que era Ignacio.

Contestó de inmediato.

—Señor Ignacio.

Ignacio: —He encontrado a la abuela Ruiz, pero... Necesitas venir a verla personalmente.

—¿Qué? ¿La encontraste? Está bien, ¿dónde está la abuela Ruiz ahora? Voy para allá. Espera, voy a buscar a la abuela García y a don Fernando, ellos también querrán ver a la abuela Ruiz —dijo Ana con mucha emoción.

Estaba ansiosa por verla.

Realmente extrañaba mucho a la abuela Ruiz.

Y tenía muchas cosas que quería decirle y muchas preguntas que hacerle.

—Ven tú sola primero, te espero en el Hospital San Martín —dijo Ignacio con su voz siempre serena.

Sonaba como de costumbre.

Pero Ana no pudo evitar sentir un nudo en el estómago al escucharlo.

Después de confirmar con un "está bien", se cambió de ropa rápidamente.

Mientras conducía hacia el Hospital San Martín, Ana no dejaba de pensar: ¿estará la abuela Ruiz enferma? ¿Se estaba tratando sola en el hospital para no preocuparlos?

No podía evitar preguntarse, ¿por qué la abuela Ruiz no había contactado con ella?

Todo el camino estuvo lleno de especulaciones.

No podía expresar lo complicados que eran sus sentimientos.

La actitud de Ignacio en la llamada parecía indicar que la situación de la abuela Ruiz era algo complicada.

El Hospital San Martín estaba un poco lejos de donde ella vivía.

Tardó una hora completa en llegar.

Después de aparcar en el estacionamiento subterráneo del hospital, entró rápidamente al ascensor hacia el primer piso.

Él tampoco esperaba este resultado.

Especialmente después de saber lo importante que la abuela Ruiz era para Ana, sabía que lo que Ana estaba a punto de ver sería difícil de aceptar.

Ana siguió a Ignacio al ascensor.

Vio cómo él presionaba el botón para el sótano uno.

El sótano...

De la planta baja al sótano uno solo tomaba un instante.

Al salir del ascensor, un aire frío la golpeó.

Inmediatamente se abrazó a sí misma.

Su garganta se tensó repentinamente.

Ese mal presentimiento aumentaba con el frío.

Quería preguntarle algo a Ignacio, pero, por alguna razón, con la garganta tensa y el corazón latiendo más despacio, no pudo articular ninguna palabra.

Cuando entraron en la morgue.