Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 115

Él pensaba que nunca podría enamorarse de otra persona en esta vida.

¡En esta vida solo le gustaba Ana!

Ana sonrió y le deseó, —que te recuperes pronto.

Cuando Ana fue a pagar, Pablo llamó a su tío Caio.

Tras colgar, él se quedó recostado en la cama del hospital. A pesar del dolor en la pierna, se sentía muy feliz por dentro.

——

Ana recogió el informe médico.

Estaba a punto de entregárselo al doctor cuando de repente escuchó una voz sorprendida.

—¿Anita?

—¡Eres tú, Anita!

Al escuchar las dos voces familiares, Ana levantó la mirada con expresión fría.

Porque enfrente estaban Carlos y también Sara.

Carlos se acercó rápidamente y dijo, —Anita, ¿has venido a ver a mi madre? ¿Ya te has calmado, verdad?

—Anita, ¿viniste a visitar a tía? Ella te ha extrañado estos días, — continuó Sara.

Su tono era el de siempre, pero en su corazón se sentía frustrada, especialmente cuando su hijo le reprochaba que no había resuelto los malentendidos al llamar a Elena, y la situación entre ellos se había vuelto aún más tensa.

Su hijo había sido despedido de la empresa y ahora estaba buscando trabajo. Ya casi habían gastado todos sus ahorros.

Su enfermedad había empeorado y necesitaba una cirugía.

Pero ahora no tenían suficiente dinero.

Ella le pidió a su hijo que buscara a Carmen, pero Carmen dijo que no quería malentendidos familiares, por lo que no podían ayudarlos. Ahora se daba cuenta de que, en realidad, Anita era buena persona, al menos ella cuidaba de ella.

Sin el cuidado de Ana, los días en el hospital eran difíciles y contratar a una enfermera era demasiado caro.

También escucharon claramente lo que Carlos dijo.

¿Carlos estaba proponiendo matrimonio?

Según las investigaciones previas, la Señorita Ana y Carlos habían tenido muchos años de relación, un amor de instituto, puro y hermoso.

Miró disimuladamente al presidente García.

Parecía que el presidente García no mostraba cambio alguno en sus emociones.

Es verdad que el presidente García realmente no siente nada por la Señorita Ana.

Alejandro metió una mano en el bolsillo del pantalón, su mirada se mantuvo en Ana todo el tiempo, y por alguna razón, de repente se sintió irritado.

¿A un hombre que la ha traicionado, todavía lo va a perdonar?

—Anita, todo fueron malentendidos, la tía lo ha entendido todo y ya lo ha reprendido, él nunca dejará que esas mujeres se acerquen de nuevo, nunca más habrá fotos como aquellas. Anita, no has venido a visitar a la tía en mucho tiempo, ella te ha extrañado mucho. ¿Qué tal si tú y Carlos vuelven a estar juntos? — Sara Fernández siempre había sido buena actuando, y mientras hablaba, sus ojos se llenaron de lágrimas que daban pena.