Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1226

Ana y Beatriz se alejaron rápidamente del centro comercial.

Luego comieron algo sencillo en un lugar cercano.

Antes de terminar la comida, Bryan llamó.

Dijo que era esencial que Ana visitara su oficina.

No podía detallar el asunto por celular, solo en persona.

Después de comer, Beatriz la acompañó.

Beatriz había visitado antes Grupo Campos para ver a Bryan, pero con el tiempo, todo había cambiado.

La recepcionista era nueva.

Ana apenas se presentó, y la llevaron en el ascensor directamente al despacho de Bryan.

Cuando aparecieron frente a Bryan, él miró a Beatriz con sorpresa.

No se habían visto en los últimos seis meses.

La última vez fue un encuentro casual en un restaurante.

—Cuando llamaste a Ana, estábamos comiendo juntas, así que vine con ella. Si es inconveniente, puedo esperar en la sala de descanso —dijo Beatriz, pensando que Bryan quizás tenía algo que no podía discutir frente a ella, y se dirigió hacia la puerta de la oficina.

Bryan desvió la mirada y habló con tono tranquilo: —No es necesario que vayas a la sala de descanso, no hay nada aquí que no debas saber.

Aunque lo que tenía que decir era importante.

Pero sabía que Beatriz no compartiría la información con nadie.

Beatriz se detuvo un momento y dijo: —De todos modos, prefiero esperar en la sala de descanso, puedo pasar el rato con mi celular.

Después de que Beatriz salió, Bryan frunció el ceño brevemente y luego se volvió hacia Ana: —Te llamé porque quería que vieras esto.

Ana se acercó al escritorio de Bryan.

Si la foto fue tomada recientemente, entonces Eduardo aún estaba vivo.

¡Si Eduardo estaba vivo, eso significaba que Alejandro también estaba vivo!

Por lo tanto, era muy importante saber cuándo y dónde se tomó esta foto.

Bryan sacudió la cabeza: —Necesitamos encontrar a un técnico para localizarlo. Las cicatrices en la cara de Eduardo no parecen maquillaje de efectos especiales, y su estado general no parece el de alguien disfrazado.

Ana tenía lágrimas en los ojos y no podía contener su corazón palpitante. —Entonces, Alejandro sigue vivo, ¡mi persistencia estos años ha sido correcta, ¿verdad?

Bryan vaciló: —Antes de que vinieras, ya había contactado a profesionales para que investigaran el origen de la foto lo más rápido posible. Ana, tengo un presentimiento, quizás como dices, Alejandro y Eduardo sigan vivos.

Pero había algo que no podía decir en voz alta. Viendo el estado de Eduardo en la foto, su situación no parecía muy prometedora.

Si Alejandro y Eduardo estaban juntos, y juntos encontraron una manera de enviar esta foto, entonces debían haber estado viviendo bajo condiciones difíciles, sin muchas oportunidades de contactar con el mundo exterior. Esta era su primera oportunidad de hacer contacto con el exterior.

Pero solo pudieron enviar una foto.