Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1264

Ana se alejó de la cafetería y regresó al hospital.

No obstante, justo cuando estuvo a punto de empujar la puerta de la habitación, vio a Mauricio y Beatriz desde la puerta entreabierta.

Retrocedió un paso y decidió en ese momento no interrumpir.

Mauricio acababa de pelar una manzana. —Prueba a ver si está buena.

Beatriz, aún algo mareada y sin apetito, lo rechazo.—No puedo comer, señor Mauricio, cóma usted.

Mauricio no insistió, sabiendo que el malestar de Beatriz se debía a una conmoción cerebral, una secuela que él mismo había experimentado inicialmente al caer de forma accidental durante un rodaje, y que realmente resultaba ser incómoda.

—Señor Mauricio, usted todavía tiene escenas que filmar, no pierda tiempo aquí conmigo, estoy bien, solo necesito descansar un poco,— se disculpó Beatriz.

En esos días, precisamente su corazón había estado turbado.

Todavía no sabía cómo responderle a Mauricio.

Y precisamente porque su corazón estaba agitado, comprendía en ese momento que sentía algo por él.

Mauricio, notando la evasiva en los ojos de Beatriz, entendió lo que ella estaba pensando. —Hoy no tengo escenas, me quedaré juicioso sentado aquí mientras duermes.

Beatriz en realidad se sentía bastante mal; hablar un poco le hacía sentir que iba a desmayarse.

A veces incluso tenía náuseas.

Nunca había sufrido más que rasguños y magulladuras, y ahora, un accidente la había dejado con una conmoción cerebral; por esto se sentía muy desafortunada.

Murmuró un "hmm" hacia Mauricio, permitiéndole quedarse.

No supo cuánto tiempo había pasado cuando vagamente escuchó las voces de sus padres; parecían haber intercambiado en ese instante unas palabras con el señor Mauricio.

Luego se fueron riendo y diciendo "entonces, te la encargamos".

Lo escuchó todo de manera poco clara.

Además, se sentía muy mareada, tan confusa que pensó por un momento que esto era un sueño y se volvió a dormir.

Cuando despertó de nuevo, ya había oscurecido.

Pero el señor Mauricio todavía estaba allí.

Beatriz sabía muy bien que la manera en que Bryan actuó indicaba que él había entendido algo.

—Voy a salir un momento, si te aburres puedes jugar con el celular, — Mauricio le dijo a Beatriz.

Ella aceptó obediente, —Ok.

Fuera de la habitación.

Después de salir, Bryan no se fue, sino que esperó en el pasillo. Al ver a Mauricio salir de la habitación, lo observó sorprendido.

Mauricio se acercó a Bryan en pocos pasos.

Bryan preguntó directamente, —¿Lo dices en serio?

—Sí, solo la quiero a ella, — Mauricio solo había tomado dos decisiones serias en su vida, una era actuar y la otra, Beatriz.

Bryan, escuchando la calma, pero firmeza en la voz de Mauricio, sintió un fuerte dolor en la garganta.

Hacía mucho tiempo, él había tomado la misma decisión.