Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1274

—Sabía que no estaba en mi mejor momento ahora.

Eduardo dijo con los ojos rojos.

Levantó la mano para tocarse temeroso la cara.

Recordaba con claridad el origen de cada una de las cicatrices.

—Antes pensaba que podía superar cualquier dificultad, que podía soportar el dolor, pero me di cuenta de que no soy tan fuerte, ni puedo soportar tanto dolor como en realidad pensaba.

Ana escuchaba atenta en silencio a Eduardo.

Que él pudiera expresar sus pensamientos era bueno para su recuperación.

—Durante esos largos años, siempre me decía a mí mismo que escaparía, que algún día saldría. Mucha gente se volvió loca allí, yo también me volví loco, pero a veces estaba muy lúcido, así que encontré la oportunidad y, tuve un poco de suerte...

Mientras Ana escuchaba sorprendida, sentía que Eduardo estaba mejorando, su estado emocional se volvía más estable, y sin poder evitarlo, preguntó: —¿Conoces a Gonzalo?

Cuando escuchó el nombre de Gonzalo, Eduardo de repente abrió asustado los ojos, incrédulo. —¿Cómo sabes de Gonzalo?

—Primero dime cómo conociste a Gonzalo, por favor,— dijo Ana con dulzura.

Eduardo parecía estar algo aturdido al principio, y luego comenzó a hablar lentamente: —Él fue capturado conmigo en la fábrica subterránea, también fue un sobreviviente de ese terrible accidente de auto.

—¿Sobreviviente? — Ana de repente se dio cuenta de algo, una teoría increíble ocupó su mente al instante. —¿Estás hablando de Gonzalo?

—Sí, él.

—¿Es español?— La voz de Ana temblaba un poco.

Su mirada se fijó justo en una fotografía.

En esta, Gonzalo miraba la cámara con seriedad, su mirada era extremadamente indiferente y sombría.

Como si nada de lo que estaba frente a él en ese momento importara, despreciando todo a su alrededor.

—Él es el presidente Alejandro... pero ¿cómo dice aquí que el presidente jefe Alejandro es entonces Gonzalo? Gonzalo claramente... había muerto, íbamos a escapar juntos cuando Gonzalo se lastimó la pierna en el camino y fue capturado primero, lo golpearon hasta matarlo. Yo intenté escapar, pero no pude, me devolví a escondidas y también me golpearon. Las heridas en mi cuerpo y en mi cara son de esa vez,— Eduardo narraba con dolor su amarga experiencia mientras observaba la foto.

Hablando y hablando, la agudeza innata y la inteligencia de Eduardo de repente lo hicieron darse cuenta de algo.

Miró fijamente la foto en el celular, y tuvo una revelación. —Ellos dos se parecen bastante, la única diferencia es si usan gafas o no, así que, ¿el presidente Alejandro fue rescatado y luego confundido con Gonzalo? Pero si el presidente Alejandro fue rescatado, ¿por qué continuaría usando la identidad de Gonzalo?

—Él cree que es Gonzalo, hasta ahora, nunca ha admitido que es Alejandro, quizás, debido al accidente, fue que perdió la memoria,— Ana pronto especuló.