Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1281

Ahora podía estar seguro de que Gonzalo debía ser Alejandro.

De repente, Ignacio golpeó con los dedos en el escritorio, sopesó y meditó por un momento, luego tomó su celular y miró de reojo los mensajes que había intercambiado con Ana hace unos días.

¿Debería decírselo?

Justo entonces, una llamada entró.

—Señor Ignacio, la señorita Haila seguía entretenida pasando tiempo con ese pobre, acababan de salir del cine.

Al oír esto, el rostro de Ignacio se endureció. —Sigan vigilándolos, y asegúrense de que Hailita no se dé cuenta de esto. Encuentren a un par de muchachas del tipo que le gustan a Lucas para seducirlo.

—Sí, señor Ignacio, de inmediato.

Pensando en la reciente desobediencia de Hailita, quien de forma superficial había afirmado que no volvería a contactar a Lucas Galván, sintió un fuerte dolor de cabeza.

Ese Lucas venía de un entorno muy pobre, no era un tipo adecuado para Hailita.

Pero Lucas se comportaba bien y tenía suficiente paciencia, y Hailita, siendo tan joven, con facilidad podía ser engañada por su apariencia gentil y educada.

Al pensar en esto, de repente sintió un dolor de cabeza.

Luego bajó instintivo la vista hacia su celular de nuevo.

Miró la foto de perfil de Ana.

Al final, decidió enviarle este archivo y sus sospechas a Ana.

Con otros, no dudaba en usar cualquier medio, no importaba cuán despreciables fueran, para lograr su objetivo.

Pero con Ana era diferente.

No quería usar esos medios.

Él entendía muy bien la distancia entre él y ella.

Algunos pensamientos solo debían guardarse en el corazón, no podían decirse en voz alta.

Además, dada la situación familiar de Ana, sus dos hermanos no aceptarían que Ana estuviera con alguien de un pasado tan complicado como el suyo.

Después de todo, Ignacio no estaba de acuerdo.

Sin embargo, no quería preocupar a Ignacio, así que contestó cuando el celular sonó por segunda vez, —Ignacio.

—¿Por qué contestas el teléfono ahora?— preguntó impaciente Ignacio.

Mientras miraba de reojo a Lucas, Haila respondió lentamente: —Ignacio, no ves qué hora es, si fuera ayer, ya estaría durmiendo. Esta noche salí a ver una película con un compañero de clase, y ahora estamos en el parque.

—¿Compañero de clase?— Lucas sonrió a un lado, mirando a Haila como si sus ojos brillaran como estrellas.

El corazón de Haila se aceleró al instante y, se sonrojó mientras miraba a Lucas.

—Mantente segura, llámame si necesitas algo. Vuelve a casa el sábado,— dijo con firmeza Ignacio.

Al escuchar sobre el sábado, Haila frunció el ceño, ya que había planeado salir con Lucas precisamente ese día, pero no podía decirle eso a Ignacio, así que solo se despidió y luego colgó.

—¿Cuándo me presentarás a Ignacio? No está bien seguir viéndonos a escondidas así,— preguntó Lucas de repente.

Haila suspiró algo preocupada, —Dame un poco más de tiempo, a veces... Ignacio puede ser un poco intimidante.