Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1325

Tras un día y una noche de adaptación, Carmen finalmente entendió su situación actual.

Ella ya no tenía ganas de vivir.

Pero ahora, incluso morir le parecía un lujo.

Podía sobrevivir sin comer, ya que tenía nutrientes líquidos.

Negaba haber hecho esas cosas porque no quería ir a prisión; ¿quién cuidaría de ella si estuviera en esa condición?

Por lo tanto, solo quedaba Elena.

Elena era su madre, ¡seguramente podría cuidarla bien!

Hizo que la policía buscara a Elena porque quería que ella contratara un abogado para defenderla; había echado la culpa de sus acciones a otros, ¡ahora ella era la víctima!

¡Ella era la víctima!

Si no hubiera sido por el cambio de vida al principio, si simplemente hubiera crecido en un pueblo sin mucha exposición y con el amor de toda su familia, entonces no estaría así. Seguramente sería una persona simple e inocente.

Probablemente a muchas familias adineradas les gustaría su tipo.

En realidad, no era su culpa, ¡nunca había sido su culpa! Desde el principio, su destino había sido cambiado por otros. La culpable era Elena, y también Ana. Era Ana quien le había robado su vida. Si ella hubiera nacido siendo Ana, la persona que se habría casado con Alejandro habría sido ella.

Carmen se volvía más delirante cuanto más pensaba en la gente de la familia González. También odiaba a esas personas; ni siquiera podían mantener unido a un clan familiar, no lograron que la empresa familiar entrara en el Fortune 500, ¡y además quebraron! José y Gustavo, cada uno más estúpido que el otro, y también estaba Sergio. Ni siquiera podía actuar tan bien como Manuel, ¡Manuel había ganado muchos premios!

¡Y había ganado más dinero que él!

Cada vez que pensaba en esto, Carmen sentía que realmente había sufrido mucho.

Un sufrimiento que no se podía describir con palabras.

Por eso, quería que Elena la mantuviera, que encontrara el mejor hospital para curarla, y así quizás llevarla por fuera del país. Tenía la esperanza de que podría mejorar.

En este intenso autoengaño de Carmen, finalmente llegó Elena.