Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1466

Verónica, al oír eso, se sobresaltó demasiado.

Como si un rayo la hubiera hecho volver a la realidad y, tras un breve instante de desconcierto, tomó conciencia de su situación actual.

De repente, el miedo la invadió.

No había previsto que el dinero se agotara tan rápidamente.

A pesar de poseer varios millones de dólares, su empresa registraba más pérdidas que ganancias. Últimamente, había tenido numerosas discusiones con Lucas, ella lo presionaba de manera constante, pero él argumentaba que era normal enfrentar pérdidas al inicio y que debían esperarse, dada su inexperiencia en la gestión empresarial.

Siempre había pretendido ante Lucas que su fortuna era vasta, pero en realidad, era todo lo que poseía y resultaba bastante fácil dilapidarla.

Si continuaban perdiendo dinero a ese ritmo, efectivamente acabaría por completo de nuevo en la pobreza.

Confiaba en que Lucas de forma paulatina lograría la rentabilidad de la empresa, pero ahora estaba alcanzando su límite de paciencia.

Tomó una profunda respiración.

Se serenó un poco y dijo: —Está bien, dime, ¿qué debería hacer ahora? En mi humilde opinión, ir enseguida a buscar a Alejandro hoy definitivamente no es una opción, necesitas ayudarme a pensar en otra estrategia.

—Tengo muchas estrategias aquí, pero... dime la verdad, ¿has tenido relaciones sexuales con Alejandro? —Preguntó con firmeza el hombre.

Verónica se sintió algo incómoda con la pregunta, pero sabía que en realidad algunas cosas eran mejor no revelarlas: —He compartido con él día y noche durante más de tres años. Las cosas que un hombre y una mujer pueden hacer juntas, las hemos hecho todas. Preferiría que no me vuelvas a preguntar eso, realmente no quiero responder más.

—Ja, ja, está bien, no te preguntaré de nuevo. Ya que es así, ven esta noche a mi casa y hablaremos detenidamente del tema. —Dijo con una risa el hombre.

Verónica estaba alerta: —¿Para qué ir a tu casa?

—Algunas cosas se discuten mejor en persona, no se comprenden bien por teléfono. La oportunidad no espera a nadie, si no quieres terminar perdiendo todo tu dinero y acabar definitivamente en la calle, entonces ven. No soy una persona paciente, y muchos desean esta oportunidad, realmente no eres la única. —Dijo el hombre antes de colgar de forma abrupta.

El tono de ella era muy desagradable.

Verónica se mordió el labio.

¡Pues que sea! ¡Eso no es para tanto! Todos debían buscar su propio beneficio, y ella no tenía por qué sentirse culpable por ello. Después de todo...

—¡Todo se lo debía a Alejandro!

...

—Preguntar significa que te importa. Esta noche lo demostraré con hechos, verás que no tengo ojos para nadie más. —Alejandro besó con dulzura la palma de Ana.

Después de que Ana retirara su mano, como si hubiera sido electrocutada, él continuó hablando con tranquilidad.

Ana, alentada por las palabras de Alejandro, se sonrojó un poco: —La comida se va a enfriar, vamos a comer.

Si no había confianza entre ellos, realmente no había razón para estar juntos.

Cuando Ana vio la foto y las noticias, lo primero que pensó no fue en la traición de Alejandro, sino en qué estaba intentando hacer Verónica.

Pero la situación se les fue de las manos. Alejandro siempre sabía cómo tomar la iniciativa.

Ella casi no podía mantenerse en pie esa mañana, ¡definitivamente no podía dejarlo hacer lo que quisiera esa noche!

Alejandro tenía una expresión muy alegre: —Bien, después de comer lo demostraré.

—No hace falta demostrar, ¡en realidad no hace falta!