Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1471

Aquella persona de mirada corta, es mejor que nunca más aparezca frente a mi suegra, ni perturbe la vida tranquila que ella se merece.

Al escuchar que todos la apoyaban, Elena se emocionó de repente y luego miró hacia Samuel.

Samuel, con la cabeza baja, miraba de reojo a Elena con indulgencia: —Ya no tienes que preocuparte por nada, ¿verdad?

Durante el tiempo que habían estado juntos, Elena temía que sus hijos se enteraran y también temía que no estuvieran de acuerdo con su relación, siempre preocupada.

Si no fuera porque él insistió en tener una identidad legítima, tal vez estos días de encuentros secretos aún continuarían.

Pensando en esto, no pudo evitar reírse internamente.

Hoy, con este maravilloso evento, él también estaba algo preocupado, siempre con la sensación de que no podía evitar enfrentarse a la realidad.

—Yo tampoco estaba preocupada, conozco a mis hijos mejor que nadie, apoyarán cualquier cosa que haga. —Dijo Elena de inmediato con algo de orgullo.

Los dos mostraban su amor de manera abierta, como si nadie más estuviera presente.

Ana y Francisco se miraron sorprendidos.

Samuel realmente era una buena persona, aunque era unos años menor que Elena, la consentía como si ella fuera una joven.

Ambos tenían un espectacular brillo en sus ojos cuando se miraban el uno al otro.

Ambos estaban casados y entendían muy bien lo que significaba ese hermoso brillo en los ojos.

Elena lo merecía.

Samuel sí que tenía buen ojo.

Habían salido a cenar, y en esos días Elena estaba preocupada por hacer que Samuel conociera pronto a su familia, así que no había descansado bien.

Francisco fue el primero en expresar su acuerdo: —Apoyo la idea de Samuel, definitivamente deberíamos celebrar la boda en grande.

Según sabía, cuando Elena se casó con aquel hombre, no tuvieron una ceremonia de boda porque ambas familias eran muy pobres en ese momento.

Una boda es algo que muchas mujeres anticipan y fantasean.

Ana también estuvo de acuerdo: —También creo que deberíamos celebrar una boda a lo grande.

—Mira, todos están de acuerdo con mi propuesta, así que hagamos lo que yo digo. —Dijo Samuel con una amplia sonrisa hacia Elena.

Ahora no temía nada, solo que Elena de repente se arrepintiera, que ya no quisiera estar con él o casarse con él. Ahora que ya lo había dicho, no tenía miedo de que se arrepintiera.

Elena miró a Samuel con cierta resignación: —Está bien, haremos lo que tú dices, lo que dicen los jóvenes. Pero la boda aún está lejos, no hay prisa por decidir cómo será.

No sabía si era falta de seguridad en sí misma, pero a veces pensaba que Samuel, siendo tan buen hombre y más joven que ella, podría arrepentirse algún día de estar con una mujer mayor como ella.