Hoy que había venido hasta aquí, Lucas le dejó en claro a Haila que solo podía ser su novia.
De inmediato, todos comenzaron a murmurar de nuevo.
Algunos, que no toleraban a Lucas, empezaron a insultarlo y dijeron: —¡Qué tipo de persona eres es bien sabido por todos en este lugar! ¿Acaso crees que todos han olvidado lo que sucedió hace un tiempo? Desde la secundaria has jugado con los sentimientos de las chicas. Haila vio tu verdadero rostro y cortar contigo fue la decisión más correcta que he podido tomar.
—Por supuesto, ¿piensas que terminar es como divorciarse, que necesitas aprobación? Tu aprobación no vale nada.
—¡Es así como maltratas de manera tan descarada a las chicas!
—Lo hizo porque vio que la familia de Haila tenía dinero, ¡y no quería dejarla ir! Pero ni siquiera se detuvo a pensar qué tipo de persona era él.
—He escuchado algunos rumores en línea sobre que su familia tiene mala fama en el pueblo, nadie quiere tratar con ellos.
—Sin embargo, parece que Lucas en realidad ama a Haila. Todos cometemos errores. Parece algo inmoral romper con él justo ahora.
—¡Estás hablando tonterías! Si te gusta alguien como Lucas, que siempre está mintiendo, entonces ve y persíguelo tú misma, pero no permitas que mi diosa esté con ese sinvergüenza.
Muchas personas comenzaron a discutir.
Lucas escuchó lo que la gente decía sobre él, su expresión se tornó sombría de inmediato, y en su mente maldecía una y otra vez a todos, envidioso porque él era demasiado excelente. Lo que él no sabía era que varios de ellos también querían acercarse a Haila, pero debido a que eran poco atractivos y carecían de habilidades, solo se atrevían a pensarlo, sin atreverse a actuar.
A Haila no le importaba lo que estas personas dijeran de ella.
Quizás porque tenía el amuleto que Ana le había dado, podía ver con claridad las verdaderas acciones de Lucas.
Aunque él decía que le gustaba, en realidad, todo lo que hacía era bastante desagradable.
Luego pensó en ver si Haila necesitaba ayuda.
Después de escuchar un rato, se dio cuenta de que Haila tenía las ideas claras y ya había visto la verdadera naturaleza de Lucas como un perfecto idiota y patán, así que decidió que no necesitaba intervenir.
Sin embargo, se quedó cerca del lugar.
Lucas llevó la desfachatez al límite total: —También he gastado dinero en ti. Mi familia es pobre, es cierto que no puedo satisfacer algunos de tus gustos más caros, pero eso no es razón alguna para que me desprecies, ¿verdad? Haila, no pensé que fueras una mujer tan materialista. Ahora soy un estudiante pobre, pero cuando me gradúe trabajaré duro y también me esforzaré por ganar dinero, y te trataré lo mejor que pueda.
Después de escuchar estas palabras, algunas chicas que ya envidiaban a Haila comenzaron a defender a Lucas.
—Haila siempre había sido bastante arrogante, despreciando a la gente común como nosotros.
—Yo también lo siento así, ella ni siquiera habla con nosotros.
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