Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1510

—Está bien, descansa. Si pasa algo, también puedes llamar a Francisco y a Manuel. —lo instruyó Ana.

Javier aceptó.

Tras colgar, Ana quedó algo distraída.

Alejandro se acercó y le pasó un vaso de agua a Ana. —¿Debo buscar información sobre Julio?

Al oír esto, Ana levantó la vista, inicialmente quería rechazarlo, pero después lo pensó mejor y decidió no adoptar una posición tan pasiva en este asunto. A diferencia de Julio, ella y Javier no estaban vinculados por lazos biológicos, por eso, Julio no había venido a buscarla.

Sus sentimientos, ciertamente, diferían de los de ellos.

No tenía muchos recuerdos sobre este padre.

Pero no quería pensar tan mal de alguien que estaba relacionado por sangre con Javier y los demás.

—Haré que el asistente Eduardo busque de manera discreta, nadie se dará cuenta. —Continuó Alejandro.

Ana respondió: —Está bien, tener información clara sobre su situación me tranquilizará un poco. Siempre tengo un mal presentimiento, él debe tener una razón para venir de repente, no es simplemente para reconocer a Francisco y los demás.

Alejandro estuvo de acuerdo: —Pensamos igual, si ha estado viviendo en la ciudad A todo este tiempo, puede que no conociera a Francisco y a Javier, pero definitivamente sabría de Manuel. Manuel aparecía en comerciales de televisión y películas por toda la ciudad A. Por eso ya sabía sobre ustedes en la ciudad A, pero no los buscó antes, ahora que los busca de repente, debe haber algo que lo ha motivado a hacerlo.

Ana lucía más seria: —Elena y los demás finalmente tienen una vida tranquila ahora, no quiero que nadie perturbe su paz.

—Ya que ha venido, enfrentaremos lo que venga. No te preocupes por eso. —la consoló Alejandro con voz suave.

El rostro de Ana se relajó un poco, con cierta culpa: —Ya tienes suficiente con tus propios asuntos, y ahora también tienes que distraerte ayudándome con esto.

—No es nada, esto lo manejará el asistente Eduardo más tarde. —Sonrió Alejandro. A lo sumo, solo tenía que darle un bono extra a Eduardo y decir un par de palabras y listo.

Además, no le gustaba ver a Ana de mal genio, le dolía el corazón.

...

Después de colgar, Javier llamó a Francisco.

—Está bien así será.

—Yo hablaré con Manuel. Pero esa persona no encontrará a Manuel tan fácilmente. Manuel estaba muy ocupado, viajando por todo el país. Si viene a buscarnos ahora, definitivamente es porque algo urgente le preocupa, así que veamos qué es lo que quiere.

—De acuerdo, seguiré tu sabio consejo.

—Y si encuentras algún problema con tu nuevo negocio, no lo dudes ven a mí. Ah, y también podrías hablar con Alejandro. —Sugirió Francisco.

Alejandro definitivamente podría ofrecer mejores consejos en cuanto a iniciar una empresa.

Al oír el nombre de Alejandro, Javier al instante lo rechazó: —Primero lo intentaré por mi cuenta. No sé por qué, pero tengo un miedo natural hacia Alejandro, es un sentimiento que la verdad no te puedo explicar.

Francisco no pudo evitar reírse.

A pesar de que Javier decía haber crecido, aún era como un niño tonto en algunos aspectos.

Aunque Alejandro podría parecer intimidante, era parte de la familia y claramente los trataba como tal. ¿Por lo tanto qué había que temer?