Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1528

Francisco miraba de reojo a Julio, quien estaba furioso y con una mirada penetrante.

Tener un padre así es una completa vergüenza.

—¿Qué consecuencias puede haber? —Preguntó con una risa burlona.

Julio, al ser interrogado de esa forma, cambió de color, sintiéndose por alguna razón culpable, incluso ilusionado.

Parecía que enfrentarse de esa manera a Francisco terminaría haciéndole arrepentirse.

Pero ya no había tiempo para pensar en las consecuencias, no tenía más tiempo para seguir jugando con Francisco y los demás.

Tanto Elena como sus hijos tenían el corazón demasiado endurecido. Él había mencionado que su hija estaba enferma y necesitaba su valiosa ayuda en ese momento, pero todos observaban con gran indiferencia.

Después de respirar hondo, apretó los dientes y dijo: —No quería que nuestras relaciones se tornaran tan tensas. Solo deseaba que en este momento, ustedes, como hermanos mayores, protegieran a su hermana, pero sus corazones son demasiado fríos. Lo que están haciendo ahora es demasiado cruel, ¡definitivamente lo lamentarán por el resto de sus vidas! ¡Sean responsables de sus propias palabras y acciones!

—Lo que dices suena bien, y te queda perfecto: abandonar a tu esposa e hijos para tener hijos con otra mujer, y ella enfermó por sus pecados profundamente arraigados. —Dijo Francisco, y después de eso, regresó al edificio de la compañía, sin perder más palabras con el sinvergüenza del Julio.

Julio miraba a Francisco sin poder procesar sus palabras, furioso hasta los huesos: —¡Si hubiera sabido que eras tan cruel, nunca hubiera tenido hijos con Elena!

¡Ese era el hijo que Elena crió!

Antes de buscarlos, aún se sentía un poco culpable hacia Elena y sus hijos, pues no los había cuidado en todos estos años, pero al pensar en su hija enferma, sentía que todos eran demasiado crueles e insensibles. Les iba a dar dado dinero y una casa como compensación, pero ni siquiera miraban, siempre atrapados en el pasado.

Todos deberían mirar hacia adelante, ¿no es así?

Después de respirar profundo, finalmente tomó una decisión y realizó una llamada.

—Está bien, estoy de acuerdo, hagámoslo como dices. No podemos esperar más tiempo por mi hija.

...

Durante tres días seguidos, Julio no volvió a aparecer frente a Francisco y los demás.

Francisco no se preocupaba por la aparición o la desaparición repentina de Julio.