Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1533

Mientras Ana terminaba su conversación con Beatriz, seguía observando en detalle el programa de entretenimiento en vivo de Manuel.

Los actores casi todos ya habían actuado.

Estaban concluyendo.

Pero justo en ese instante, ocurrió un incidente en el lugar del evento en directo: alguien irrumpió en el escenario, arrebató el micrófono de las manos del presentador y comenzó a cuestionar de la peor manera a Manuel.

—Quisiera preguntar, Manuel, ¿es cierto lo que dicen por ahí? ¿Que tu hermana está enferma y necesitas salvarla, pero te asustaste de ir al hospital y por eso lo rechazaste? Te he visto interpretar a cantidad de personajes con sentido de justicia, pensé que eras tan genuino como ellos, pero resulta que no solo eres un miserable cobarde, ¡sino también inhumano! ¿Vas a quedarte mirando tan tranquilo mientras alguien pierde la vida?

Ante esta pregunta tan crucial, el lugar quedó en completo silencio.

El presentador olvidó al momento cómo manejar la situación y recuperar el micrófono.

Todos los ojos estaban puestos en Manuel.

Manuel, con una expresión de sorpresa en su rostro, se dio cuenta con rapidez de lo que sucedía.

Temas populares.

¿Ir al hospital?

Miró hacia su asistente en la audiencia, quien desde que se había sentado hacía dos horas, mostraba una expresión bastante preocupada, esto parecía ser un problema relacionado con su padre.

—Puedo responder a tu pregunta ahora mismo, no conozco a la persona que mencionas. Muchos ya saben parte de mi historia familiar, hace veinte años mi padre biológico falleció en un trágico accidente, y mi madre nos crió a mí y a mis hermanos con demasiado esfuerzo. En cuanto a la verdad, creo que todos la conocerán muy pronto.

...

Por su parte, Javier fue primero a la empresa de Francisco, pero no lo encontró, y luego se dirigió a la casa de Francisco.

Tocó el timbre y al ver a Judith con los ojos somnolientos, preguntó ansioso: —¿Mi hermano todavía está durmiendo?

Judith le contestó: —Estuvo demasiado ocupado toda la noche y solo regresó esta mañana, todavía está durmiendo. Pasa, ¿necesitas hablar con Francisco?

Era raro ver a Javier tan preocupado, y aunque Judith aún sentía algo de sueño, este se había disipado por completo.

Javier, con evidente preocupación, dijo: —Cuñada, no se puede seguir durmiendo, ha ocurrido algo importante, por favor despierta a mi hermano.