Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1573

¿Cómo no se había dado cuenta antes Manuel de que Ana era una mujer tan fanática con los famosos?

Pensaba que simplemente con ver a alguien famoso y conseguir simplemente un autógrafo o una foto juntos esto sería suficiente.

Sin embargo, en el momento que la puerta se cerró, Manuel se percató tardíamente de algo.

Esto no era solo el ser fanático de alguien

Había algo más de trasfondo que él desconocía.

¿Podría estar relacionado con el reciente malestar de Dolores?

No tuvo tiempo de reflexionar demasiado, pues el equipo de la serie lo convocó con urgencia; necesitaban realizar algunos ajustes en el guion y él debía coordinarlos.

Después de que Ana entrara al camerino de Dolores, ella le ofreció una botella de agua mineral.

—¿En serio eres una de mis seguidoras? —preguntó Dolores con cierta incredulidad.

Sus seguidores usualmente eran niños o chicas de su edad, que lo primero que hacían al verla era correr a pedir un autógrafo o una foto. Incluso cuando familiares o amigos del equipo venían de visita, también buscaban ansiosos una foto, pero era poco común que quisieran conversar a solas.

Ana contestó: —De hecho, no soy tu seguidora, nunca he visto tus programas.

Dolores se mostró sorprendida: —Entonces tú...

No estaba preocupada de que Ana pudiera hacerle algo malo, pues al fin y al cabo era la hermana del señor Manuel, y todos en el círculo sabían qué tipo de persona era él, gozando de muy buena reputación, por lo que la hermana del señor Manuel tampoco haría algo para lastimarla.

Solo le intrigaba un poco el motivo de su visita.

¿Por qué quería verla?

—Conozco a Lourdes. —reveló Ana de nuevo.

Deseaba entender qué había salido mal, ¿sería que su mente estaba afectada por la actuación, hasta el punto de creer que había renacido?

De lo contrario, ¿por qué albergaría dos tipos de recuerdos en su mente?

Uno en el que estaba enamorada de Joaquín y otro en el que no tenían ningún tipo de relación.

Ana observó con detenimiento la lucha interna en los ojos de Dolores y dijo pausada: —Creo que no tienes intención alguna de destruir ningún matrimonio.

Dolores rompió a llorar desconsolada, incrédula ante las palabras de Ana: —¿Me crees?

—Sí, te creo con el corazón, —afirmó Ana.

Al ver la genuina confianza en los ojos de Ana, Dolores, entre sollozos, le expresó: —Estos días, ya sean mis padres, Joaquín o incluso Lourdes, todos piensan que estoy loca, me han comentado que quizás la presión de actuar me ha afectado demasiado y he no podido salir del personaje. Por eso actúo así. Pero la verdad no es esa, mi vida no debería ser como es ahora, tampoco sé cómo explicártelo, es como si alguien que ya ha vivido hasta los treinta de repente renace y tiene que empezar de nuevo desde los veinte, no te parece algo extraño. ¿Acaso lees novelas? Aquellas sobre renacer.