Leia Capítulo 164 do romance Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, autor: Internet. Gêneros: Romance, Drama... Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate Hinovel. Visite booktrk.com para ler Capítulo 164 gratuitamente e os próximos capítulos de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate agora! Capítulo 164 oferece suporte para baixar o PDF gratuitamente.
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En ese momento, Ana le hizo una llamada a Alejandro.
—Señor García, puedo ofrecerle un masaje en la cabeza todos los días durante nuestro matrimonio para aliviar sus problemas de sueño, pero necesito que el presidente García me ayude con un asunto.
Ella sabía que cada masaje que le daba mejoraba mucho su calidad de sueño.
—¿Qué asunto? Dime. — Alejandro tomó el café de manos de Eduardo.
Hoy había venido a jugar al golf con unos amigos y justo ahora era el momento de descanso.
La llamada de Ana fue una sorpresa, ella rara vez lo llamaba por iniciativa propia.
Mientras pensaba cómo pedirle que le diera masajes diarios en la cabeza, su llamada eliminó la necesidad de buscar excusas.
—Manuel está rodando una película y Sergio también está en ella. Hoy tuvimos un conflicto y con la bajeza de Sergio, seguro que él va a…
Tras entender la situación, Alejandro no dudó ni un segundo.
—Está bien, yo me encargo.
—Gracias.
Después de colgar, Alejandro dio unas instrucciones a Eduardo, quien encontró un lugar tranquilo para hacer un par de llamadas.
Mientras tanto, Alejandro dirigió su mirada hacia Bryan, que estaba enseñando a Leticia Gil a jugar al golf no muy lejos de allí.
—Parece que el presidente Campos tiene una relación especial con su secretaria, — comentó Eduardo al volver, bajando la voz en tono de broma.
Leticia, coquetamente, pisoteó el suelo. —El presidente Campos, soy demasiado torpe.
Bryan mantenía su mano sobre la de ella, estaban muy cerca el uno del otro, y se podía ver la ternura en los ojos de él. —Intentémoslo unas veces más, hoy conseguiré enseñarte.
—Con el presidente Campos como mi instructor, aunque sea torpe, me esforzaré al máximo, no quiero decepcionar a mi maestro. — Leticia inhaló profundamente, sus mejillas se inflaron, haciéndola lucir aún más adorable.
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