Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1662

—¿Acaso... realmente sucede algo importante?

Denisse preguntó con inquietud.

Al ver cómo la expresión de Ignacio se volvía repentinamente sombría, Denisse empezó a arrepentirse.

Habría sido mejor no apresurarse a contestar el teléfono.

Debería haber confirmado quién era antes de decidir si contestar o no.

Ahora probablemente había hecho que Ignacio pensara que ella era insensible.

—No es nada —dijo Ignacio con un tono bastante frío.

Luego se quedó callado.

Cuando él no habla y pone esa cara seria, parece alguien con quien no se debe meter, alguien que hace difícil hasta respirar con fuerza.

Denisse mordió su labio rojo, llena de preguntas pero sin atreverse a hacerlas, sabiendo que ahora no era el momento de hablar mucho.

Pronto llegaron al complejo de apartamentos de ella, y después de estacionar el auto al lado de la calle, ella miró a Ignacio, quien estaba con los ojos cerrados descansando. —Ya llegué a casa, debes descansar bien esta noche. ¡Cuida mucho tu salud!

Entonces esperó la respuesta de Ignacio.

Por suerte, Ignacio respondió con un simple "hmm".

Ella bajó del auto tranquilizada.

—

Unos minutos más tarde, Ignacio abrió los ojos y le dijo al conductor: —Vamos a la casa de Teresa.

El conductor inmediatamente respondió con un "sí".

Aunque tenía muchas preguntas, no se atrevió a hacer ninguna.

¡Pero los hombres son así! Siendo de alta alcurnia, si hubiera sido antes, ya tendría quién sabe cuántas amantes en secreto, pero en estos últimos años, presidente Ignacio ha estado solo con señorita Teresa y recientemente empezó a salir con una actriz, lo que ya es bastante disciplinado.

Ahora parece que, aunque la actriz es joven y bonita, aún no es tan encantadora como señorita Teresa.

De otra manera, señorita Teresa no habría estado tantos años al lado de presidente Ignacio, quien solía cambiar de mujeres frecuentemente antes de ella.

El tráfico de la noche era fluido, con pocos autos, y pronto llegaron a la casa de Teresa.

Incluso el bonsái que habían comprado juntos en una floristería parecía haber sido desechado.

Al pensar en esto, se distrajo un poco.

Después de secarse el cabello, Teresa salió del baño, originalmente iba a apagar las luces de la sala, pero justo cuando iba a hacerlo, de repente vio a Ignacio sentado en el sofá.

Se quedó sorprendida por un momento.

—Tú...

—¿Cómo has venido?

Retiró su mirada y soltó la mano que estaba en el interruptor, preguntando con un tono ni frío ni cálido.

Probablemente porque no se habían visto mucho últimamente, además de que él tenía una nueva amante y ella había visto a esta nueva amante, no podían volver a la misma relación de antes.

Escuchando la pregunta indiferente de Teresa, Ignacio frunció el ceño. —Hace tiempo que no te veo, vine a verte.

—Mmm, he estado muy ocupada con trabajo extra últimamente, y sé que tú también estás ocupado —dijo Teresa con un tono aún algo frío.