Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1689

—Javier probablemente lo había considerado, últimamente está buscando a un diseñador adecuado —De repente, Ana sintió que Manuel también estaba a punto de dejar la soltería.

Manuel rodó los ojos. —¿Ellos se conocen desde hace poco, verdad? ¿Prepararse para casarse justo después de empezar a salir, no es demasiado apresurado?

—Prepararse para el matrimonio es bueno —Ana pensaba que Javier era una persona que tenía planes para su vida, y ya que había establecido una relación con Yolanda, definitivamente tenía la intención de casarse.

Hacer planes desde ahora estaba bien.

Así, cuando realmente fuera momento de prepararse para el matrimonio, no habría pánico.

Manuel no cuestionó, de todos modos, no quería tratar con Javier en ese momento.

—Manuel, ¿acaso estás celoso de que Javier consiguiera novia antes que tú? —Ana giró los ojos y luego preguntó con una sonrisa burlona.

Manuel abrió los ojos de par en par, defendiéndose inmediatamente. —¿Celoso de él? ¿Qué tiene él para que yo le tenga envidia? Además, ¿quién dijo que no puedo conseguir una novia? Si quiero conseguir una novia, sería pan comido, solo que no quiero, ¿entiendes? ¡No quiero!

Ana asintió con una sonrisa. —Te creo, las mujeres que gustan de Manuel son tantas que podrían formar una fila alrededor de la ciudad A varias veces.

—Exacto, mira, ahora tengo millones de seguidores, ¿qué tan difícil puede ser conseguir una novia? —Manuel levantó su barbilla con algo de orgullo.

Ana asintió con una sonrisa.

Manuel se volvía cada vez más inseguro.

Ciertamente tenía muchos seguidores, y entre los actores masculinos, su popularidad era impresionante.

Muchas actrices se peleaban por trabajar con él.

Las grandes plataformas competían por tenerlo en sus producciones.

Pero...

Observando cómo la figura de Ana se alejaba cada vez más, de repente sintió un impulso, como si la vida pudiera tener algo diferente, probar algo nuevo quizás no estaría mal.

—

En la autopista.

Hoy había algo de tráfico.

Especialmente en la salida de la autopista, estaba aún más congestionado.

Alejandro miró su reloj; parecía que no llegaría a casa a tiempo, y un toque de impaciencia fría cruzó su rostro.

—Presidente Alejandro, esto es un yogur que compré en el área de servicio —dijo Tania, pasándole una botella de yogur.

No esperaba que, durante esos dos días, no tuviera oportunidad alguna de entrar en la habitación de Alejandro. El trabajo se había extendido hasta muy tarde, entre eso y más trabajo, además de que Alejandro no daba oportunidad alguna.