Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1696

Ana, a quien le gustaba hacer empanadas, se fue a la cocina para ayudar a Antonio.

Alejandro iba en camino y llegaría pronto a casa.

Poco después, Josefina entró corriendo: —Mamá, ya terminé mi clase. ¡Yo también quiero hacer empanadas!

Josefina siempre había sido hábil con sus manos; incluso en la escuela infantil tomaba clases de cocina y ya sabía hacer empanadas. Siempre que se hacían empanadas en casa, ella quería participar.

Antonio ya había preparado ingredientes más pequeños para hacer empanadas. —Josefina, ven aquí, preparé los ingredientes para hacer empanadas, solo estaba esperando que llegaras.

—Señora Ana, ¿puedo molestarla un momento?

La profesora Gisela se paró en la puerta de la cocina, mirando a Ana con un aire de timidez.

Ana asintió y salió.

Cuando la profesora Gisela había llegado a la casa, parecía preocupada, pero Ana no pensó mucho al respecto. Después de todo, la profesora Gisela era la maestra de piano de Josefina y usualmente no conversaban mucho en privado; preguntar directamente podría parecer intrusivo.

—Señora Ana, quisiera que me ayudara a examinar algo.

La profesora Gisela sacó una caja de joyería de su bolso.

Era una caja de joyería bastante común.

—Sospecho que esto es un objeto maligno. Mi esposo ha cambiado como si fuera otra persona últimamente. Desde que comenzamos nuestra relación, acordamos no tener hijos. Pero estos últimos días, desde que comenzó a usar esta joya que un amigo le regaló, parece otra persona, insistiendo en tener hijos y queriendo que vayamos a hacer un tratamiento de fertilización in vitro. Lo más irónico es que él siempre fue quien menos quería niños, siempre encontraba a los niños ruidosos hasta hace unos días.

Poco después, su esposa quedó embarazada, y el hombre estaba extremadamente feliz, cuidando a su esposa con todo su corazón. Cuando llegó el momento del parto, después de un embarazo de diez meses, el hombre se quedó estupefacto al ver nacer al niño, ¡porque el niño no se parecía en nada a él!

En cambio, era idéntico a un pobre del pueblo.

Lo de ser idénticos se debía a que ambos tenían seis dedos en la mano izquierda y los rasgos faciales eran prácticamente una copia exacta del otro.

La esposa había tenido un affair, y el hombre no pudo soportar el golpe. Las personas del pueblo que vinieron a ayudar con el parto también lo notaron de inmediato, y la noticia se esparció por todo el pueblo. La esposa dijo que había sido abusada por el pobre, quien a su vez afirmó que había sido seducido por ella porque su marido era incapaz.

Al final, el pobre se llevó al niño, y la esposa, incapaz de enfrentar a la gente, se suicidó mordiéndose la lengua.

Todos en el pueblo seguían diciendo que el hombre era incapaz, y luego el hombre se casó de nuevo. Su nueva esposa era un poco tonta, pero al menos podía tener hijos; anteriormente había tenido hijos para otra familia, que la vendió porque no podían alimentarla.