Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1726

Ya con los trámites hechos, se apresuró hacia la entrada del quirófano.

Alrededor de varios quirófanos había personas de pie y sentadas.

Mientras enviaba un mensaje a Alejandro, observaba atenta la actividad alrededor de los quirófanos.

Como solo se trataba de una pequeña cirugía de apendicitis de Pablo, la verdad no estaba particularmente preocupada.

Sin embargo, la mayoría de los familiares de otros pacientes llevados a cirugía estaban bastante angustiados.

Algunos, eran incapaces de contener su preocupación y, rompían en llanto.

Otros en cambio eran consolados por sus seres queridos.

Por coincidencia, sentados al lado de ella, un matrimonio anciano se abrazaba y lloraba desconsolado.

El anciano estaba mejor, solo con los ojos rojos.

Pero la anciana no podía dejar de llorar.

Al principio, Ana no había prestado atención, pero el nombre de Adolfo mencionado por ellos captó de inmediato su interés.

—Siempre le dije que siguiera las reglas de tráfico y que no condujera tan rápido, ¡pero nunca escuchaba! Ahora mira, ha tenido un trágico accidente. ¡Está todo cubierto de sangre, ni siquiera sabíamos si sobrevivirá o no!

—Hablar de eso ahora no sirve de nada. Adolfo siempre ha sido muy cansón e irresponsable, ¿alguna vez te hizo caso? —El viejo suspiró con resignación.

Tener un hijo tan problemático como ese siempre había sido una fuente de gran preocupación, manteniéndolos en constante vilo.

—Acabo de llamar a Fernanda, y ella me dijo que rompió con Adolfo, que no vendrá. ¡Mira qué problema es Adolfo! Fernanda era una buena mujer, y él simplemente la traicionó, rompiéndole su corazón. —Lamentaba la anciana, cada vez más triste.

Perder a la nuera que quería y sumado a la terrible incertidumbre sobre la operación de su hijo, su angustia era enorme.

Al escuchar esto, Ana se sorprendió internamente.

Qué coincidencia, ¿no?

¿Encontrarse justo con los padres del primer amor de Yolanda aquí?

—Ese primer amor es irresponsable, ahora hasta tiene novio, ¿cómo se le ocurre venir a seducir a mi hijo? ¿Por qué tiene que alterar nuestras vidas que eran tan tranquilas? —Camila, la madre de Adolfo, no podía evitar culpar a Yolanda por todo.

El padre de Adolfo, Eugenio, dijo resignado: —Hablar de eso ahora no sirve de nada, esperemos que nuestro hijo salga bien del quirófano, luego podemos hablarle de estas cosas.

Ana hizo mala cara en silencio.

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