Resumo de Capítulo 1777 – Capítulo essencial de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate por Internet
O capítulo Capítulo 1777 é um dos momentos mais intensos da obra Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Segunda oportunidad, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Cuando vio el mensaje, el color apenas había regresado a su rostro y en ese instante se desvaneció de nuevo.
—¿Qué pasa? —Preguntó enseguida a Manuel, al ver que Esperanza se quedaba rígida mirando su teléfono.
Luego, su mirada se desvió hacia el teléfono de Esperanza.
En la pantalla había una fotografía.
Una foto de Esperanza justo sin ropa.
—¡No mires! —Exclamó Manuel de inmediato.
Esperanza se sonrojó un poco, su voz llena de ansiedad: —Yo no tomé estas fotos, la persona en ellas no soy yo, pero sí, ese es mi rostro.
—Acabo de ver estas fotos con el director. —Suspiró con tristeza Manuel.
No quería que ella supiera lo que había sucedido, pero ahora ya no había nada que hacer ella había visto las fotos.
—Entonces... ¿las viste justo ahora? Entonces... —Esperanza miró a Manuel nerviosa, temiendo que él pudiera malinterpretarla, que no creyera en ella.
Pero Manuel se mostró muy calmado y sonriendo le dijo: —Estas fotos son o bien manipuladas o hechas con inteligencia artificial, yo te creo no te afanes. ¿Quién te envió las fotos?
—Fue mi agente en la empresa anterior, siempre fue muy amable conmigo. Si ella puede ver estas fotos ahora, significa que muchas personas tal vez ya las hayan visto. No es de extrañar que hoy el director no me dejara actuar. —Explicó Esperanza en voz baja.
Nunca le había -hecho daño a nadie, pero siempre había alguien que quería hacerle daño a ella.
Solo que ahora aún no sabía quién era.
—Deja esto en mis manos, tú quédate en casa y descansa bien estos días. —Decidió Manuel, no permitiría que Esperanza sufriera ni el más mínimo daño.
Esperanza mordió con dolor su labio, sus ojos gradualmente se llenaron de determinación: —No puedo estar siempre detrás de ti. Este problema definitivamente me está atacando de manera directa, necesito resolverlo yo misma. ¡Voy a denunciarlo!
Al oír hablar de denunciar, Manuel primero se sorprendió, luego sus ojos se iluminaron.
—Está bien, como tu digas ¡denunciaremos! Voy a pedirle a Isidro que contacte a un abogado para redactar una declaración. Tenemos que llevar esto hasta el final. Cualquiera que intente dañar a otros con tales métodos maliciosos debe pagar un alto precio.
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