Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1782

Ella siempre supo que Gerardo contaba con un respaldo de capital muy sólido.

Este pequeño problema seguro se resolvería con facilidad.

Si la empresa no la asistía y su agente tampoco, buscaría a alguien que pudiera hacerlo. Incluso ya había ideado un plan para que Esperanza cayera en desgracia y no pudiera recuperarse jamás en su vida.

—¿Me tomas por tonto o qué? Ya han llamado a la policía y contratado a un abogado, tal vez te encontrarán en no más de dos días. ¡Prepárate para enfrentar una demanda! ¡No deberías salir si eres tan estúpida e, imbécil! —Gerardo no pudo evitar maldecir.

¿Ángela era ingenua y creía que los demás eran como ella?

...

Ángela se quedó inmóvil.

Pasó mucho tiempo antes de que pudiera reaccionar.

Solo entonces se percató en realidad de lo que había ocurrido.

¡Gerardo no la ayudaría, nunca lo había considerado!

—No era de extrañar que Esperanza nunca haya aceptado estar contigo, ¡eres un desvergonzado! —Ángela gritó enfurecida.

Sin embargo, no se atrevió a decirle estas palabras a Gerardo.

Pronto se serenó, pero se sintió aún más angustiada.

Los temas populares en Twitter seguían sin desaparecer, por el contrario aumentaban y más gente comentaba sobre ellos.

Cuanto más rezaba para que el asunto no se magnificara, más se expandía fuera de su control.

Estaba desesperada no sabía qué hacer.

—No puedo terminar de una manera tan vergonzosa, he escalado paso a paso hasta llegar a donde estoy hoy, he firmado varios contratos para series y representado tantas marcas. Si termino así, ¡el dinero que he ganado estos años podría no ser suficiente para cubrir las compensaciones!

Cuanto más lo pensaba Ángela, más pánico sentía.

Finalmente pensó en Manuel.

Y ahora, él estaba involucrado con Esperanza.

¿Acaso qué tenía Esperanza de especial que no tuviera ella? ¿Por qué tanto Manuel como Gerardo se sentían atraídos por ella?

Mientras más lo pensaba, menos lo aceptaba.

Un miembro del equipo de trabajo la notó y enseguida le preguntó en voz baja: —Ángela, ¿quieres ver al señor Manuel?

Ángela sonrió forzadamente: —Sí, en efecto necesito hablar con el señor Manuel.

—Entonces iré a decirle al señor Manuel. —Dijo el empleado, preparándose para ir a buscar de inmediato a Manuel.

Ángela lo detuvo con rapidez: —Mil gracias, no te molestes, no es nada urgente. Solo esperaré aquí a que el señor Manuel termine. ¿Ya casi acaba de grabar?

El empleado contestó: —Solo quedan unas cuantas tomas, estará listo en menos de media hora.

—Está bien, esperaré aquí. No te preocupes por mí, continúa con tu trabajo.