Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1818

En tan solo un abrir y cerrar de ojos, pasó medio mes.

Josefina había estado viviendo en la Villa Estrella de Mar durante ese tiempo.

Hoy iba precisamente a visitar a Elena.

Leonardo Gutiérrez y otros más también asistirían.

Javier vino a recogerla.

Ella sabía conducir y con frecuencia participaba en algunas carreras de autos.

Sin embargo, no les había contado a Elena y a las demás, por miedo a que se preocuparan.

Le gustaba la sensación que ofrecía la velocidad.

Pero Elena y las demás temían que se encontrara en peligro, y también temían que un día desapareciera como lo hicieron su padre y su madre.

En el auto, Javier puso música agradable.

—¿Dime, cómo has estado este medio mes? —Preguntó Javier.

Josefina le respondió: —Con Antonio cuidándome, he estado muy feliz todos los días. Sin embargo en estos últimos días los he extrañado demasiado.

—Eres una verdadera desconsiderada, dices que nos extrañas demasiado, ¿por qué recién ahora vas a ver a Elena? —Javier vio a través de Josefina de inmediato.

Desde que era pequeña, siempre que Josefina hablaba con alguien, parecía que sus palabras estaban endulzadas con miel.

Pero Josefina no se alteró en lo más mínimo: —Elena y Samuel se fueron tranquilos de vacaciones, y solo habían regresado hace unos cuantos días. No quería ser una espectadora. Tampoco puedo ser la espectadora de tus citas, estás a punto de casarte con tu novia, sería algo muy insensible de mi parte si te molestara constantemente.

Ella sabía que ellos la querían con el alma.

Pero ellos también tenían sus propias vidas.

Ella también debía aprender a enfrentar y resolver problemas por sí misma.

Además, había crecido y no quería que su presencia fuera una carga para nadie.

Javier no supo en ese momento qué decir.

Pero, su padre le dio una lección a Regina, lo que la obligó a dejar la ciudad A.

Después, hace un par de años, Regina regresó a la ciudad A con otro hombre a su lado, todavía sin resignarse a perder a su padre, por lo que la buscó para confirmar si sus padres se habían escondido.

Además, afirmó que había conseguido a todos los hombres que había deseado en su vida, pero excepto a su padre.

En ese preciso momento, Josefina no entendía por qué Regina tenía tanta confianza en sí misma, pensando que todos los hombres del mundo deberían girar solo a su alrededor, como si fuera una princesa. Y el tiempo pasó volando, el orgullo de su juventud ahora solo podía mantenerse con regulares inyecciones en su cara, dando un aspecto algo antinatural a primera vista.

—Hace poco oí que Leonardo tenía novia, ¿la has visto? —Josefina dejó de lado sus pensamientos, recordando que vería a Leonardo y a los demás más tarde.

Javier no parecía estar muy interesado en esto: —Leonardo era el único infiel de nuestra familia, he conocido al menos a tres de sus novias, ¿de cuál estás hablando?

El rabillo de la boca de Josefina se torció, ¡el modo en que Javier hablaba seguía siendo tan brutal como siempre!

Pero no se podía negar que Leonardo no era fiel, este hombre era bastante libertino.

Desde la preparatoria, siempre estuvo rodeado de las chicas más bonitas de la clase, y muchas chicas se vieron afectadas por él en sus estudios. Luego, en la universidad, no faltaron los pretendientes, y sus novias cambiaban con frecuencia, hasta el punto de que era difícil con quién era sincero.