Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 195

—Abuela García quiere que tú y yo vayamos a hacernos un chequeo de preconcepción. ¿Vas a ir, Ana? —preguntó Alejandro de repente.

Ana, al ver la palabra "preconcepción", aunque sabía claramente que ella y Alejandro nunca llegarían a ese punto, dado que fue una solicitud de la abuela García, simplemente asintió con un "Hmm", indicando su acuerdo.

Pretender ser esposos significaba cuidar todos los detalles a la perfección.

Durante tres años, su objetivo fue asegurarse de que la abuela García estuviera contenta cada día.

Alejandro miró el "Hmm" de Ana, y sus ojos se oscurecieron.

Por un momento, olvidó apagar el cigarrillo que tenía al lado.

Cuando la abuela sugirió que él y Ana se hicieran un chequeo de preconcepción, no sintió ninguna resistencia; al contrario, pensó que tener un hijo, si era con Ana, podría no ser tan malo después de todo.

No eran muchas las mujeres que le desagradaban en este mundo.

Decidió que necesitaba hablar con Ana al respecto.

Extinguió su cigarrillo con un gesto.

Salvador lo llamó por teléfono: —¡Joder! Estuve a punto, justo a punto de acostarme con esa actriz con la que Emilio había estado.

—Mi amigo del hospital me dijo que la actriz contrajo VIH. ¡Joder! No sé si ella se lo transmitió a Emilio o viceversa. De ahora en adelante, antes de estar con una mujer, les pediré un informe médico. No he podido dormir desde ayer.

—Oh, por cierto, ¿Ana es realmente tan impresionante? ¿Ella se dio cuenta? ¿Le has dicho? Dile que me encuentre un talismán para expulsar el mal, no importa el precio, solo que funcione.

El tono acelerado de Salvador mostraba su conmoción.

Tras el impacto, Salvador se dio cuenta de que había monopolizado la conversación, sin darle a Alejandro la oportunidad de hablar.

—Si vas a pedir ayuda, no deberías dudar de la persona, o podrías buscar a alguien más, —dijo Alejandro con voz tranquila.

¿Cómo podría Salvador decir que no confiaba en Ana?

Si Alejandro confiaba en ella, desconfiar sería como insultarlo.

—No confío en nadie más.

Salvador se calmó un poco. —Emilio ha estado excediéndose últimamente; ese día estuvo con varias personas en la villa. Afortunadamente, no me gustan esas cosas. En los últimos tiempos, he decidido mantener un estado de deseo cero.