Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 197

De repente, frunció el ceño. —Cariño, hueles a perfume.

Aquel aroma de perfume le resultaba familiar, como si lo hubiera olido hace poco.

Bryan apretó los labios. —¿De verdad? Debe ser el perfume de la Secretaria Gil; esta mañana coincidimos en el mismo ascensor.

—¿La hermosa mujer que acaba de salir es tu nueva secretaria? —Beatriz no pensó más en ello, aunque no le gustaba mucho ese perfume.

Si no fuera porque confía plenamente en que Bryan solo tiene ojos para ella, seguramente estaría celosa de que Bryan eligiera una secretaria más hermosa que ella.

Bryan respondió con un distante "hm".

Al ver que Bryan era frío con su secretaria, Beatriz dejó de pensar en ello.

Ella dijo riendo: —No deberías ser tan intimidante con los empleados cuando eres el presidente Campos. ¿Qué vamos a hacer si asustas a todos los empleados?

—¿No es suficiente ser tierno solo contigo? —Bryan la mimó mientras le revolvía el cabello.

Beatriz no pudo evitar reír. —¡Claro que es suficiente! Soy una mujer celosa, y me pongo celosa fácilmente. Mi esposo es tan guapo que seguro no faltan quienes lo codicien.

—Tranquila, de nada sirve que otros te codicien. —Bryan dijo sonriendo.

Beatriz se sintió muy feliz. —Yo también, descuida; hay muchos que me persiguen, pero ninguno me interesa. Solo tengo ojos para nuestro presidente Campos.

—Si alguien más te persigue, diles que eres mi mujer, Bryan, y que se alejen. —dijo Bryan con tono frío.

Viendo que Bryan también se ponía celoso, Beatriz se rió secretamente. —Te estoy engañando; ya anuncié en Instagram que estoy casada. ¡Quién se atrevería a codiciar a una mujer casada!

Bryan se relajó un poco.

——

Ana había terminado su jornada laboral y se estaba preparando para visitar a la abuela García en la familia García.

Recibió una foto.

Un compañero de clase se la envió.

El compañero pasaba por donde trabajaba Francisco y justo en frente vio esta escena.

Además, Anita ya estaba casada.

En unos días, ella había planeado organizar un encuentro con su cuñado.

Con las experiencias pasadas, Francisco estaba decidido a advertir seriamente al cuñado cuando se encontraran.

Necesitaba hacerle saber al cuñado que Anita tenía su respaldo. Una hermana protegida por él definitivamente no podía ser maltratada.

Carlos, con la cabeza baja, tenía una mirada siniestra.

—Francisco, no seas tan frío, ¿puedes? Carlos y Ana han estado juntos tantos años. En la escuela todos los envidiábamos, ¿no estaban a punto de casarse? No debería ser que por una pequeña cosa terminen separándose. —un compañero masculino levantó la voz intentando convencer.

Otros también se unieron en el intento de persuasión.

¿Otra vez intentando manipular moralmente a las personas?

Ana se acercó rápidamente al lugar.