Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 229

Antes de comenzar a trabajar, Ana puso su teléfono en silencio y lo dejó a un lado.

Luego se concentró en su trabajo.

Algunos compañeros, curiosos por el estado de trabajo de Ana, pasaron por fuera de la oficina y miraron hacia adentro a través de la ventana de vidrio.

Solo los profesionales podían darse cuenta de la destreza de Ana.

Ana no se dio cuenta de que algunos colegas la estaban observando mientras trabajaba.

Por lo que ni siquiera miró.

Alguien pensó que Ana se veía muy bien trabajando y le tomó una foto, la cual compartió en el grupo, y uno por uno empezaron a seguir la conversación.

Valeria:No solo es guapa, su habilidad me da envidia.

Adrián:No sé si tengo alguna posibilidad de conquistarla.

Gabriela:@Adrián ¡Soñando despierto!

Adrián:¿No puedo ni soñar?

Valeria: No puedes.

Gabriela:No puedes.

Adrián:Finalmente quiero enderezarme, y resulta que ni siquiera me dan la oportunidad.

Rubén:Estoy contactando a tu novio.

Adrián:¡@Rubén eres un idiota! —Mis ojos solo ven a mi novio, aunque una mujer lo haga bien, solo puede ser mi amiga.

El grupo estaba muy animado, Don Fernando rara vez miraba los mensajes del grupo.Estos grupos de trabajo eran para los jóvenes.

Resulta que no tenía nada que hacer en ese momento, acababa de hablar con viejos amigos, y aprovechó para echar un vistazo a los mensajes del grupo.

Al verlo, se le torció la boca.

Cualquiera con ojos podía ver lo excelente que era Ana.

¡Pero, por qué Anita no era su nuera!

¿Qué hacía Pablo antes? ¿Por qué no conoció a Ana unos meses antes?

El rostro de Pablo se puso pálido al instante,—¿No será que le han hackeado la cuenta?

—¿No acaba de romper con ese idiota? ¿Cómo es que de repente está casada? ¡Sin ninguna señal!

Inmediatamente llamó a Ana.

Nadie contestó el teléfono.

Luego dejó un mensaje en WhatsApp.

【Ana, ¿tu publicación en Instagram es tuya? No puede ser tuya, ¿verdad? ¿Te hackearon WhatsApp o perdiste tu teléfono? Te llamé y no contestaste.】

Sabía que Ana tenía la costumbre de casi no mirar su teléfono mientras trabajaba, la mayoría de las veces estaba en silencio.

Pablo estaba impaciente.

No había pensado aún en cómo declararse a Ana, ¿cómo es que ya se había casado?

Miró la foto del hombre en la publicación, parecía de su misma altura, claramente con un buen físico de tanto ejercicio, pero su estilo de vestir, comparado con el de él, ¡era mejor!