Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 311

—Ana, dime, ¿qué es lo que realmente quieres hacer? Tienes este video en tus manos y no quieres cambiar mi coche por el video, ¿qué pretendes hacer con él? ¡Dímelo directamente! Carmen apretó sus manos en puños.

¿Por qué el cielo no permite que Ana muera?

Solo si Ana fallece, ella podría sentirse realmente aliviada.

—Te doy una oportunidad, ahora inclínate y discúlpate conmigo, mil reverencias, y eso no será suficiente para demostrar tu arrepentimiento,—propuso Ana, calmada y metódica.

Al oír la demanda, Carmen casi no pudo respirar de la ira.

Mordió sus dientes fuertemente, intentando bajar la voz tanto como pudo, —¿No es suficiente saber que me equivoqué? De ahora en adelante, haré lo que tú digas, pero pedirme que me incline, Ana, eso es hacérmelo difícil.

—Sí, es para hacértelo difícil,— Ana murmuró con sus labios rojos, como si se burlara de un gatito.

Lo que ella estaba haciendo ahora no era nada comparado con lo que le habían hecho en su vida pasada.

¿Mil reverencias? ¿Qué es eso?

Carmen, frustrada y enojada, casi rompe sus propios dientes, —Cambiamos de lugar y te hago las reverencias.

Realmente lo lamentaba ahora, no debería haber sido codiciosa por placeres y luego encontrarse en esta situación deshonrosa.

—No, aquí mismo.

—Ana, ¡no presiones demasiado! Si me dejas sin salida, ¿crees que Elena te perdonará? Soy su hija biológica,—exclamó Carmen enfadada.

Ana retiró su sonrisa, —Deberías estar agradecida de que ella sea tu madre biológica, de lo contrario, podría hacer que toda la ciudad A vea este video.

—No me importa, deberías considerar su dignidad y no hacérmelo difícil. ¡Deberías haber borrado ese video en el momento que lo obtuviste, en lugar de usarlo para amenazarme! Carmen, incapaz de contenerse, comenzó a acusar a Ana.

—Te equivocas, por respeto a mi madre, no lo envié para no avergonzarla, pero la familia González debería verlo,— Ana señaló el video en su teléfono.

De repente, se oyó un sonido de relaciones sexuales que hizo que la cara de todos se enrojeciera y el corazón se acelerara.

Carmen se horrorizó.