Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 313

José también se veía pálido.

Gustavo apretaba los labios.

El incidente con Laura, dada la situación actual de la familia González, era como echar sal en la herida.

Ana los observaba con una mirada gélida; parecía que ellos no se inmutaban ante su reciente experiencia cercana a la muerte, llegando incluso a bromear en su cama de hospital, mientras que Laura aún se sentía afortunada por su suerte.

Ahora, todos parecían sorprendidos y preocupados. ¿Realmente preocupados?

Perder las piernas y no llegar a una parálisis total significaba, efectivamente, que Laura había tenido mucha suerte.

Todos estaban allí, atónitos.

Pasó mucho tiempo antes de que reaccionaran.

Fue el médico quien les recordó que deberían ir a casa a descansar y esperar la notificación del hospital para saber cuándo volver y turnarse en el cuidado.

Finalmente volvieron en sí.

—¿Cómo pudo pasar esto? —murmuraba Diego.

¿Qué errores había cometido la familia González? ¿Por qué seguían ocurriendo todas estas tragedias?

Ana observaba su pánico con indiferencia.

Así debía haber sido en su vida pasada.

Había sido demasiado ingenua entonces.

—La operación fue un éxito, debo irme —Ana miró la hora; eran las once de la noche.

Mañana tenía un vuelo a las diez de la mañana, debía estar en el aeropuerto a las ocho.

No tenía tiempo para seguir enredada en su drama.

—¡Espera! Tu madre está así, ¿y todavía te vas? —Diego la detuvo nuevamente.

Ahora, realmente esperaba que Ana regresara.

—¡Ana! Esto es una oportunidad para ti, si cuidas bien a mamá, todos te aceptaremos y te consideraremos parte de la familia —gritó Sergio.

José frunció el ceño, —Ana, vuelve a casa.

Gustavo dijo seriamente: —Después de todo, eres parte de nuestra familia González, ahora te damos la oportunidad de volver, no pierdas esta oportunidad.

—Hermana, mamá ha sufrido esta calamidad, y cuando despierte, estará muy triste y dolida. Si puedes acompañarla en este difícil momento, te convertirás en alguien muy importante en el corazón de mamá —Carmen también la persuadió.

Ana realmente experimentó la audacia de estas personas.

Solo esta familia podría mostrar tal descaro tan abiertamente y con tal derecho.

—La familia tiene problemas mentales, aprovechen que están en el hospital para recibir tratamiento, ¡y no salgan a enloquecer a voluntad! —Ana soltó esas palabras y se marchó decidida.

Esa noche, necesitaba descansar bien para su vuelo del día siguiente.