Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 347

—Tú eres como un lobo...

Alejandro, entre risas y lágrimas, abrazó a Ana con más fuerza, susurrándole suavemente al oído.

En retrospectiva, había sido un tanto descontrolado durante su último encuentro amoroso.

La próxima vez...

ya se verá.

——

Mientras tanto, Carlos fue detenido y llevado a la comisaría local por el gerente del hotel.

El hotel exigía a Carlos una compensación por su comportamiento, que no solo constituía acoso hacia los huéspedes, sino también difamación hacia el establecimiento.

El abogado contratado por el hotel también estaba presente.

En ese momento, Carlos se percató de la gravedad de la situación y comenzó a sudar frío.

Ahora, enfrentaba no solo el riesgo de detención, ¡sino también una cuantiosa demanda económica!

Carlos estaba tan aterrorizado que se puso pálido y, aunque tarde, admitió su falta ante el gerente del hotel y la policía, pero sin éxito.

El hotel decidió hacer que Carlos pagara el precio.

Todas las pruebas indicaban que Carlos había planeado el acoso, siendo la historia de la novia solo una excusa; el abogado del hotel ya había sido informado por Eduardo.

Eduardo había instruido al abogado para que aprovechara esta oportunidad y castigara severamente a Carlos.

¡Osar acosar a Ana y además faltar el respeto al presidente García, Carlos debía enfrentar las consecuencias!

El gerente del hotel, para mantener su puesto, ignoró las súplicas de Carlos.

Al final, Carlos no solo sería detenido durante cinco días, sino que también tendría que pagar una compensación de veinte mil dólares, como exigía el hotel.

Cuando Ana se despertó al día siguiente, se enteró de lo ocurrido.

Ella no tenía opiniones al respecto; Carlos lo merecía.

Al ver que Ana era indiferente hacia el destino de Carlos, Alejandro sonrió levemente: —Hoy te llevaré a pescar en el mar, también podemos hacer snorkel, ¿te interesa?

Ana asintió de inmediato: —¡Sí!

—Ir a navegar...— El rostro de Sofía cambió.

Habiendo estado en Venturis durante varios años, solo había ido a navegar con compañeros de clase; Alejandro nunca la había llevado a divertirse, y ahora resulta que Alejandro había llevado a Ana a navegar.

—Antes de salir a navegar esta mañana, el presidente García me envió un mensaje, diciendo que no me preocupara por las cosas del hospital, Señorita Sofía. Ya he organizado todo aquí, no habrá problemas.— Eduardo fingió no notar la tristeza de Sofía.

El rostro de Sofía se volvió algo pálido, y ahora sus labios también estaban más blancos, —Alejandro realmente es muy bueno con Ana.

Los dos navegando juntos...

Definitivamente romántico.

Eso era algo que ella envidiaba profundamente.

¿Su relación es tan buena? ¿Alejandro realmente le gusta tanto Ana?

Eduardo asintió, —La señorita Ana lo merece.

Rara vez admira a una mujer, pero la señorita Ana es diferente, ¡ella lo merece! Salvó su vida, es muy capaz, siempre amable con los demás y discreta en sus acciones. No es de extrañar que el jefe se haya enamorado de la señorita Ana.