Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 349

Sergio solo podía decir: —También están José y Carmen; dejaré que vengan.

Quizás con José y Carmen aquí, mamá podría calmarse un poco.

Después de todo, a mamá siempre le ha gustado mucho Carmen y Carmen es la más obediente y atenta; seguramente tiene más paciencia que él y Gustavo.

La enfermera jefe sabía que había más gente en su familia, pero los otros dos de los que hablaron parecían...

—¡No los dejes venir! ¡No son diferentes a ustedes! Realmente los he mimado en vano. Ustedes eran tan traviesos cuando eran pequeños y aún así tuve la paciencia para cuidarlos mientras crecían, y miren cómo terminaron...—En ese momento, Laura realmente estaba herida por sus hijos.

¡Si tuviera la oportunidad de empezar de nuevo, definitivamente no tendría tantos hijos!

—Mamá, si no quieres que vengamos, ¿a quién quieres que venga? Papá está ocupado en la compañía y apenas tiene tiempo para venir al hospital. Deberías saber muy bien cuál es nuestra situación ahora, ¿no?— Sergio estaba casi muerto de la ira de Laura.

La cara de Laura cambió al ser preguntada, y casi en ese instante, pensó en alguien.

¡La persona que cuidó de ella con más paciencia cuando tuvo un resfriado y estuvo enferma!

Antes no lo consideraba importante, ¡pero ahora se da cuenta de que no supo apreciarlo en su momento!

—Que venga Ana, busquen a Ana. ¿No le han dicho lo de mi accidente de coche y la amputación? Si se lo hubieran dicho, ¡ella habría venido a verme! Encuentren una manera de hacer que venga, vayan a buscar a Elena; Elena seguramente podrá contactar con Ana. No, vayan al lugar donde trabaja Ana, háganla venir.

¡Sí, Ana!

—Mamá, no te lo habíamos dicho antes porque no queríamos que te doliera; Ana ya sabía sobre tu accidente de coche, estuvo aquí el día de la cirugía, se fue después de ver que la operación fue exitosa. Estos días no es que no hayamos pensado en contactarla, pero ella nos ha bloqueado a todos. Carmen también le preguntó a Elena, pero Elena realmente no se ocupa de esto. En cuanto al lugar de trabajo de Ana, fuimos a preguntar y nos dijeron que Ana está de vacaciones. ¡Nadie sabe dónde está exactamente ahora!

Sergio mencionó a Ana con un tono lleno de ira.

¡Esa Ana no tiene corazón!

¿Cuánto dinero puede ganar trabajando?

Venir a cuidar a mamá, ¡les pagaríamos en un mes más de lo que ella gana en un año!

De lo contrario, Ana podría pensar que la familia González no tiene forma de manejarla.

Laura se calmó inusualmente. —Está bien, hablen.

——

Al caer la tarde.

El resplandor del sol poniente combinado con el vasto océano era tan hermoso que era difícil desviar la mirada.

El barco se dirigía hacia el muelle.

Ana se apoyaba en el pecho de Alejandro, ambos disfrutaban tranquilamente del hermoso paisaje.

—Si el tiempo pudiera detenerse, sería maravilloso hacerlo justo en este momento,—suspiró Ana.