Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 460

Ana ya era delgada de por sí y, además, tenía una buena figura.

Ahora está aún más delgada.

Sin embargo, su pecho y caderas no han cambiado, sino que su cintura es más estrecha.

Ana no siente gran cosa. —¿He adelgazado?

—¿Te has hecho socia del gimnasio? —pregunta Beatriz, algo envidiosa, pensando que esa figura es mucho mejor que la de muchas celebridades.

Las celebridades palidecen ante Ana, definitivamente no se atreverían a alardear de ser bellezas de época.

—Definitivamente no, sabes que no me gusta el ambiente del gimnasio. —Ana parpadea; de hecho, ella hace ejercicio todos los días.

Mientras caminan hacia adentro y charlan casualmente, Beatriz dice: —Me reconcilié con Bryan, él no ha estado ocupado últimamente y vuelve a casa todos los días. Pero yo he estado muy ocupada, siempre llego a casa tarde.

Tanto, que cuando Bryan quiere tener relaciones sexuales con ella, apenas tiene energía.

A la mañana siguiente, al ver a Bryan frustrado, realmente se siente culpable.

—Eso está bien, ¿se resolvieron los malentendidos? —pregunta Ana.

Parece que realmente fue un malentendido por su parte.

Pero esa Leticia definitivamente tiene algún problema.

—Lo de su engaño, creo que no vale la pena seguirlo, quizás solo fue un acto sin intención de su parte. O quizás esperaré a un momento adecuado para preguntarle de nuevo. —Beatriz habla despreocupadamente; realmente no le importa mucho.

Probablemente porque ha estado muy ocupada últimamente, y este asunto ha tenido un impacto muy pequeño en ella.

O tal vez porque Bryan ha estado en casa últimamente, casi se ven todos los días, y ambos son como antes.

Ana no pregunta más, ya se han sentado.

La película comienza.

Ella está muy concentrada durante todo el tiempo.

Beatriz, que tiene lágrimas fáciles, no puede dejar de llorar cuando ve partes conmovedoras.

—No se suponía que hoy jugaríamos más partidos, ¿no? Nadie puede irse primero, finalmente conseguimos juntar a la gente, jugaremos hasta hartarnos. Alejandro, deja de mirar el móvil, aunque te ofrezcan un contrato de miles de millones de dólares, debes rechazarlo.

Salvador se acerca, viendo que Alejandro ha levantado el móvil, no aparta la vista de él.

Se da cuenta de que Alejandro quizás se vaya, y rápidamente viene a recordárselo.

—Voy a responder un mensaje. —Alejandro habla con un tono algo serio.

Edita el mensaje y lo envía, [Estaba jugando baloncesto, ¿qué pasa?]

Justo después de enviarlo, lo retira inmediatamente.

El tono parece un poco brusco.

Duda un momento y luego llama.

El tono de llamada suena mucho tiempo, Ana no contesta.