Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 512

Alguien ha llegado, León siente que ahora más que nunca no puede perder la dignidad.

—¿Lo escuchaste? ¡Hoy en mi coche, tienes que subir!

Hoy él va a recoger a Ana.

Beatriz está realmente enojada, —León, lleva a tus amigos y lárgate de aquí. No pienses que por tener algo de dinero puedes presionar a alguien para que haga algo que no desea. ¡Mis amigos no necesitan tu dinero!

—¿Y qué si no me enfrento a ellos?— Ana se frotó la muñeca.

Hacía mucho que no peleaba.

No sabía cómo pelear para que fuera la defensa perfecta.

Observando los delgados brazos y cintura de Ana, León se rió, —¿Qué podrías hacer?

—¡Presidente León, venimos a ayudarte!

Probablemente estaban borrachos, y otros hombres, confiando en que León pertenecía a la familia Campos, se mostraban sorprendentemente audaces.

No importaba el lugar ni cuánta gente hubiera, se acercaban a Ana para forzarla.

Las demás personas en el restaurante no pudieron evitar exclamar al ver esto.

—¿Qué están haciendo? ¡No molesten a las mujeres!

Alguien se levantó para defenderlas.

Un grupo de hombres rodeando y acosando a dos mujeres, cualquier hombre con un poco de rectitud no podría soportarlo.

El dueño del lugar vio lo que sucedía y corrió hacia allí, —¿Qué está pasando aquí?

León, al ver que de repente muchas personas intervenían, se irritó, —¡Lárguense todos! No es asunto suyo, nosotros nos conocemos.

—Claro, ¿por qué siempre hay gente metiéndose donde no le llaman? ¿Parecemos personas que acosamos a otros?

Uno de los audaces extendió la mano hacia Ana, intentando abrazarla para llevarla.

Justo cuando su mano estaba a punto de tocar a Ana.

Alejandro, al ver la captura de pantalla de Salvador, su aura se volvió helada como si de repente hubiera entrado en pleno invierno.

Eduardo, sentado en el mismo coche, sintió que necesitaba ponerse un abrigo de plumas por el frío.

Con miedo, Eduardo preguntó: —Jefe, ¿ha pasado algo?

Alejandro respondió fríamente: —León quiere morirse.

Eduardo se quedó sorprendido, —¿León?

¿Qué está pasando?

—

En la estación de policía.

León ha traído a un abogado.