Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 517

Beatriz, al verlo, recuerda la escena en la que él estaba con Leticia.

—Beatriz, tú eres mi esposa,— le recuerda Bryan.

Beatriz, con los ojos rojos y mordiéndose el labio fuertemente, replica: —Bryan, estamos tramitando nuestro divorcio, ¡no quiero verte! ¿Acaso no sabes cuánto te odio? ¿Pensaste en tu esposa cuando me fuiste infiel?

Fue Bryan quien lo arruinó todo.

Convirtió su amor en una broma.

Ahora actúa como si nada hubiera ocurrido y rechaza el divorcio. ¿Qué es lo que sigue defendiendo?

—Te di libertad para estar con otras mujeres, ¿por qué tenías que buscar amantes a escondidas?

Bryan, escuchando cómo Beatriz se vuelve más vehemente con cada palabra, responde con voz grave: —Lo de Leticia fue un accidente, no estaré con otras mujeres, Bea, no puedo divorciarme de ti.

Aún no comprende; no le gusta Leticia, pero en momentos cruciales no puede controlarse.

Definitivamente traicionó a Beatriz.

Pero...

No puede dejarla ir.

—¿Accidente?— Beatriz suelta una risa fría.

¿Reducir la infidelidad a un simple accidente?

Siente que cada vez entiende menos a Bryan.

—Volvamos a casa,— propone Bryan seriamente.

El rostro de Beatriz se palidece, siente un frío intenso y empuja a Bryan cuando se acerca. —¡Espero que aceptes el divorcio pronto! Bryan, no puedo perdonarte.

Corre apresuradamente hacia la calle y toma un taxi.

Luego le da al conductor la dirección del apartamento.

Bryan queda parado, con la espalda rígida, observando cómo el taxi se aleja.

Después de un rato, reacciona.

No sigue al taxi, saca un cigarrillo y lo fuma lentamente.

Alejandro también la mira.

Cuando sus ojos se encuentran, la profunda mirada de Alejandro se retira sutilmente.

Ana sonríe discretamente, después de todo, ella es la esposa de Alejandro con quien ya ha firmado el certificado de matrimonio; independientemente de los sentimientos, por el simple hecho de ser su esposa, Alejandro no permitirá que nadie la maltrate.

—León probablemente tampoco esperaba que, yendo simplemente a comer un guiso como siempre y tratando de conquistar a una mujer, terminaría atrayéndose problemas,— comenta Salvador.

Alejandro, no queriendo seguir perdiendo tiempo con Salvador, dice, —Tengo más cosas que hacer, voy a colgar.

Después de colgar, se acerca a Ana.

En el coche, ninguno de los dos dice nada.

Sin embargo, a Ana no le importa mucho quién sea su esposo, algo que a Alejandro aún no le satisface del todo.

—Voy a ducharme,— dice Ana.

Los eventos inesperados de hoy interrumpieron los planes que tenía con Beatriz; originalmente habían planeado ir de compras a un centro comercial cercano.

—Espera.