Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 552

Francisco está parado frente a la puerta.

Con sus 188 centímetros de altura, tiene que inclinar la cabeza para mirar a Nuria.

Cuando Nuria levanta la vista hacia Francisco, de repente siente una distancia.

Esta distancia la deja parada en la puerta, como si sus pies estuvieran pegados al suelo con pegamento, incapaz de avanzar.

Es una sensación totalmente diferente a la que tenía cuando lo visitó por la tarde.

Por la tarde, cuando él la vio, había un brillo en sus ojos, el brillo de quien mira a la persona que ama, firme y poderoso.

Era como si pudiera darle el mundo entero y luego también protegerla bajo sus alas, sin permitir que nadie la lastimara. Aunque su fuerza no sea tan grande, él usaría todo su poder para protegerla.

Pero ahora...

El Francisco que está frente a ella en este momento, al mirarla, solo muestra una fría indiferencia en sus ojos, sin rastro del afecto que mostraba por la tarde.

Nuria siente un nudo en el pecho y, con voz ronca, dice: —Francisco.

Francisco mira hacia afuera y, con voz baja, responde: —Entra para hablar.

—Bien—, dice Nuria con pasos pesados.

Ella se sienta en el sofá.

A pesar de que el sofá es suave y cálido, ella siente un frío penetrante.

—¿Por qué viniste a buscarme?— pregunta Francisco.

Nuria se sobresalta. —¿Ya no confías en mí?

—Mi afecto por ti no es falso, pero no deberías engañarme. Nuria, no me gusta usar estrategias con las personas cercanas, pero eso no significa que no entienda—, dice Francisco con tono tranquilo.

—El hecho de que hagas esa pregunta ya muestra que tienes algo de culpa. Nuria, al fin y al cabo fuiste una mujer que me gustó, algunas cosas no necesitan ser tan incómodas, podemos terminar pacíficamente—, sugiere Francisco el rompimiento.

Nuria pierde el equilibrio y casi se cae, mirando a Francisco con incredulidad. —¿Qué has dicho? ¿Terminar?

—No necesitamos vernos más—, dice Francisco con voz fría.

Cuanto más calmado está, más entiende cómo ha sido el trato entre ellos dos durante este tiempo, la distancia que Nuria ha puesto entre ellos.

Al principio, él pensó que era la reserva natural de una mujer, y que solo eran pareja.

O quizás era porque no le daba suficiente seguridad a Nuria.

Hoy, después de conocer algunas verdades, se da cuenta de que para ella él era solo una herramienta para alcanzar sus objetivos.

Nuria, aterrorizada, agarra el brazo de Francisco.