Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 56

En esta situación, sin poder publicar el video, Ana no podía hacer que la verdad saliera a la luz.

Viendo el silencio de Francisco, Ana dijo, —Voy a buscar a un abogado.

—Anita, los abogados de la ciudad A probablemente no tomarán tu caso. El equipo legal contratado por la familia González es muy famoso en la ciudad A, y su equipo de relaciones públicas también es muy poderoso. —dijo Francisco con un tono sombrío y preocupado.

Ana guardó silencio, sosteniendo su teléfono con fuerza.

Si alguien hubiera estado en la habitación, podría haber visto cuánto odiaba la situación.

—Quizás deberías verlos. Enséñales el video a tus padres biológicos, tal vez puedan ayudarte y evitar que esto se salga de control. —sugirió Francisco.

Era una solución que él y sus amigos habían discutido.

Sabía que Anita no quería ver a sus padres de la familia González en este momento.

Además, los padres de la familia González, defendiendo a Carmenita, habían estado oprimiendo y acosando a Ana sin piedad. ¿Qué harían si ella los enfrentara ahora?

Seguramente la tratarían con más crueldad.

Francisco se sentía impotente y frustrado por no poder ayudar más a su hermana.

Ana, con los ojos ligeramente enrojecidos, asintió levemente, —Lo pensaré. No te preocupes por esto, hermano. Sé que también has tenido algunos problemas últimamente. Mi asunto no es tan grave, puedo manejarlo. Sé que te preocupas mucho por mí, pero he crecido. Ya no soy la niña que lloraba ante cualquier problema. Afrontaré estos desafíos con fortaleza.

Ana sabía que podría haber resuelto estos problemas mejor, pero ahora su familia también estaba preocupada por ella, lo que aumentaba su carga emocional.

Al otro lado del teléfono, Francisco también tenía los ojos rojos después de colgar.

Después de terminar la llamada con Francisco, recibió otra de Manuel.

Ana le explicó brevemente la situación, y Manuel dijo que iría a buscarla.

—¿Qué estás diciendo? ¿De verdad? No puede ser, esto es imposible. Carmenita siempre ha sido muy reservada, no como tú, que te mudaste con Carlos sin más. —Laura se quedó perpleja por un momento y luego respondió con incredulidad.

Ana sintió un frío en su corazón y se rio con desdén, —¿Otra vez escuchando a Carmenita? Cuelga y revisa tu WhatsApp.

Carmenita siempre inventaba cualquier excusa para desacreditarla, típica de alguien mezquino que no soportaba la honestidad de los demás.

Minutos después de colgar, Laura llamó de nuevo.

—¿Lo viste? —preguntó Ana.

—Carmenita tiene que tener un buen matrimonio en el futuro. No puede permitir que esto arruine su reputación. Anita, escucha a mamá, dejemos esto aquí. No te pido que te disculpes, pero no menciones esto a nadie. Consideremos que Carmenita te debe una. Hablaré con tu padre y te compensaremos. Seguramente ellos solo eran cercanos y no había nada más. —Laura trató de calmar la situación.

—Martínez señora, si los besos no cuentan como algo serio, entonces tu visión del mundo está muy torcida. Definitivamente, no debería haber tenido ninguna esperanza en ustedes. —respondió Ana con firmeza.